Los engranajes del cielo:

El planetario opto-mecánico, una joya de la mecánica en vías
de extinción (II)

Figura U

Figura V

Sistemas avanzados de fibra óptica e iluminación

En los proyectores más recientes y avanzados, se utilizan además de las lentes condensadoras primarias [Figura U2], haces de fibra óptica para aprovechar mejor la iluminación de la fuente de luz [U1]. También se utilizan sistemas homogeneizadores para que todas las fibras tengan la misma iluminación [U3]. Esa luz es conducida por medio de las fibras [U4] hasta las perforaciones realizadas en una máscara [U5], similar a la placa de estrellas o diapositiva del proyector clásico, consiguiendo así que toda la luz sea utilizada en el brillo de las estrellas.

Por otro lado, el uso de fibras ópticas para las distintas estrellas permite individualizarlas y utilizar filtros de color en cada una, que simulan el color real de cada estrella en el cielo. Esto no era posible en el sistema clásico de diapositiva perforada.

En esta construcción se añade, tras la placa de estrellas, una lente de campo [U6] para concentrar el haz de luz hacia el objetivo [U7], que proyecta las estrellas sobre la pantalla. La proyección mediante este método es de calidad sensiblemente superior a la de técnicas anteriores, obteniéndose unas estrellas mucho más puntuales y realistas.

Este sistema tiene una eficiencia en la utilización del flujo luminoso producido por la fuente, unas 100 veces mayor que la de los sistemas clásicos sin fibra óptica. Su mayor potencia lumínica permite además, una reducción del índice de reflectividad de la pantalla de proyección, que es conveniente para los otros medios de proyección (vídeo y diapositivas) con el fin de limitar la luz dispersa. Debido a esta mayor efi ciencia se han podido reducir las potencias eléctricas de las lámparas a una décima parte de las utilizadas en planetarios clásicos, con el consiguiente ahorro en consumo y desahogo de todo el conjunto, en cuanto a calor emitido, contactos deslizantes y cableado eléctrico.

Además, la mayoría de los planetarios actuales incluyen ya fuentes de luz de gran eficiencia como lámparas de descarga de gas Xenón, especialmente en tamaños de cúpula de gama alta (de 18 a 30 metros de diámetro) y media (de 12 a 18 metros) aunque, debido a la menor potencia necesaria, algunos siguen utilizando lámparas halógenas para la gama media y la baja (de 3 a 12 metros de diámetro). El inconveniente de este tipo de lámparas es que no pueden apagarse ni encenderse rápidamente, por lo que hay que dejarlas siempre encendidas e instalar diafragmas individuales controlables por ordenador, en cada campo estelar.

Planetarios digitales y de síntesis de imagen

Desde hace años existen los llamados “planetarios digitales”, que inicialmente consistían en tubos de rayos catódicos de alta potencia que proyectaban puntos luminosos para representar las estrellas en sus posiciones correspondientes. Un programa vectorial de ordenador simulaba el movimiento del cielo con la deformación esférica adecuada y representaba a la vez gráficos simples. Los diámetros de las estrellas obtenidas por este sistema eran del orden de 35 minutos de arco, demasiado grandes para una simulación realista del firmamento. La evolución de este método de proyección de cielo ha dado origen a los planetarios digitales actuales.

 
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