Los engranajes del cielo:

El planetario opto-mecánico, una joya de la mecánica en vías
de extinción (II)

Figura S

Pocos grupos de proyectores quedan fuera de ese conjunto y de los arrastrados por él; por tanto no se ven afectados por ninguno de los movimientos anteriores, sino que están fijos a la infraestructura y son referencias fijas terrestres, como la red acimutal, un conjunto de líneas verticales (meridianos locales) y círculos horizontales (almicantarats), que son la base de las coordenadas terrestres locales de un lugar. Caso especial es el círculo vertical, que consiste en una línea que pasa por el centro de la cúpula que abarca 90° desde el cenit al horizonte, según un círculo máximo de la semiesfera de la cúpula. Puede girar alrededor del eje vertical cenit-nadir. Utilizado conjuntamente con las líneas del meridiano del lugar y la línea del meridiano celeste forma el triángulo náutico, fundamental para la explicación del cálculo de posición por las estrellas, para la navegación o para cálculos astronómicos.

Trasmisión eléctrica a través de los ejes

Para llevar la alimentación eléctrica a todas las lámparas situadas en el cuerpo giratorio más interno es necesaria la transmisión de la corriente a través de colectores de escobillas de bronce en anillos de rozamiento de cobre, lo que complica mucho la construcción, puesto que tiene que transmitirse a través de todas las partes móviles de orden superior. Especialmente complicado es el cruce mencionado de los ejes de precesión y diario, que se resuelve dando preferencia a las escobillas de precesión y desplazando las del eje diario mediante un corto acodamiento.

El más voluminoso, por ser el primario, es el de acimut [Figura S], con más de 80 contactos, ya que toda la alimentación eléctrica de los conjuntos móviles ha de pasar por él. Hay que tener en cuenta que por algunos de esos anillos rozantes y sus correspondientes escobillas tienen que pasar decenas de amperios para la alimentación de las dos lámparas de estrellas.

Control del proyector principal

El control de los planetarios es propio y específico para estos proyectores de estrellas y planetas, debido a lo especial de las características de cada sistema. En un pasado en que la automatización no era posible, el control y manejo de los planetarios era manual, mediante interruptores para las lámparas y reostatos, contactores y relés para los motores, con secuencias de activación que se debían realizar manualmente cada vez.

Los sistemas electromecánicos se han ido sustituyendo paulatinamente por actuadores electrónicos que disminuyen la complejidad, tamaño y consumo de los controles.

A partir de 1985 se empiezan a instalar controles automatizados por ordenador, que permiten desde entonces reproducir programas de planetario pregrabados. Un ordenador se encarga de leer las instrucciones o comandos del programa y ejecutarlos en la secuencia y tiempos indicados. Son necesarios así convertidores digitalesanalógicos para interpretar las órdenes, que llegan desde la CPU a través de los periféricos del ordenador y convertir esos datos en órdenes analógicas ejecutables por el proyector.

Mediante convertidores analógicodigitales e interfaces de matriz se interpretan las órdenes ejecutadas desde un tablero manual de mandos, en tiempo real, convirtiéndolas en datos digitales almacenables en una memoria, que luego puede ser volcada a disco, para poder ser reproducido más tarde.

 
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