El subconjunto que contiene inmediatamente al anterior es el del movimiento diario [P33] que se produce alrededor del eje celeste de cada época. En la nuestra, el polo norte celeste pasa cerca de la Estrella Polar, pero va variando según el movimiento de precesión, como ya se ha citado. En cualquier época, sin embargo, este eje siempre forma un ángulo de 23,5° con el de precesión y debe pasar exactamente por el mismo punto polar de la cúpula de proyección.
Para resolver el problema de los dos ejes, de precesión y diario, que deben cruzarse exactamente en el centro de la sala de proyección y del proyector, con un ángulo de 23,5°, se convierte el eje del movimiento diario en un engranaje piñón-corona interior [P16], que puede transmitir el movimiento a través del punto central sin ocupar físicamente el centro, dejando que lo atraviesen los ejes concéntricos de precesión y de anual.
El movimiento diario arrastra todos los proyectores auxiliares que hacen referencia a las estrellas y planetas y que deben girar solidarios con ellas, como constelaciones, ecuador celeste [Fig. R1], y los sistemas de referencia del sistema solar geocéntrico, como la eclíptica [R2], constelaciones del zodiaco [R3], contador de año [R4] o Sol medio [R5].
La siguiente estructura que arrastra a la anterior es el eje de altura polar. Se trata de un eje horizontal [Fig. P35] que soporta toda la estructura central, y se apoya en dos puntos dotados de cojinetes y colectores de anillos rozantes con escobillas para transmitir la alimentación eléctrica. El conjunto lo mueve un motor independiente [P34] que queda en la parte interna móvil, que puede hacer bascular el planetario en un plano vertical para variar la altura del polo celeste, o altura polar. Así se puede simular el cielo y sus movimientos en distintas latitudes geográficas de la Tierra, en cualquier punto de los 180° de un meridiano, desde el polo norte terrestre al polo sur, incluido el ecuador. Este movimiento, junto con el de acimut, fue añadido para obtener un proyector universal, válido para todas las latitudes y orientaciones. Lleva adosado un indicador de polo celeste [P36] con un círculo graduado. Se acopla a este eje polar un sensor de ángulo que alimenta eléctricamente un servomotor para representar, en un proyector separado, el punto del mapa terrestre sobre el que nos situamos en cada momento.
Los brazos que soportan el eje anterior están fijos a una bancada o mesa circular que puede girar alrededor de un eje vertical llamado acimutal. Aunque no todos los planetarios están dotados de este movimiento, sí es muy útil porque permite situar los puntos cardinales en todas las orientaciones posibles a lo largo de los 360° de horizonte. En el Planetario de Madrid, este movimiento se consigue mediante la rodadura sobre una pista fija a la base o infraestructura del aparato, de tres rodillos de acero templado, separados 120°, capaces de soportar el peso total del conjunto móvil (casi una tonelada). Sobre uno de ellos se monta un embrague y un motor de arrastre paso a paso, con una desmultiplicación de un conjunto de engranajes helicoidales de tipo tornillo-sin-fin/ corona, que es suficiente, si se tiene en cuenta la desmultiplicación adicional debida a la relación de diámetros entre la rueda de arrastre, que es de 50 mm, a la de la pista de rodadura, 1.700 mm de diámetro.
Sobre este armazón de sustentación giratorio en acimut están colocados los proyectores que deben estar dotados de movimiento acimutal, pero no de los demás, como Rosa de los Vientos, y los proyectores de panorama y otros auxiliares, como el meridiano, el punto y círculo acimutales y los círculos de límite de crepúsculo.
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