Los engranajes del cielo:

El planetario opto-mecánico, una joya de la mecánica en vías
de extinción (II)

Figura P

Se define el plano fundamental constructivo como el plano de la órbita de la Tierra o “eclíptica”, que va a servir de base para todos los planetas. Perpendicularmente a ese plano se monta el eje de una estructura que soporta, mueve y protege al Sol, la Luna y los cinco planetas que pueden verse a simple vista, desde Mercurio a Saturno.

Movimiento anual

Los proyectores de planetas, Sol y Luna están contenidos en las estructuras cilíndricas aplanadas que componen los dos armazones de planetas [Figura P26, 42], que son arrastrados por el subconjunto central y representan el subconjunto más interno del proyector. Cada planeta es guiado por dos platos giratorios: uno que representa la órbita del planeta, con su inclinación correspondiente y otro que representa el movimiento y la posición de la Tierra.

Esos platos son accionados por el movimiento anual que, además de su arrastre directo [P14, 10, 8], tiene una conexión mecánica con el movimiento diario [P15], con una reducción equivalente a 365/1. Es decir, al cabo de 365 vueltas del movimiento diario, el Sol habrá dado una vuelta completa a lo largo de la eclíptica. El movimiento anual es transmitido al Sol, la Luna y los planetas mediante dos barras de distribución [P3,20], una en cada armazón. Estas barras van atravesando las diferentes celdillas de planetas, y van transmitiendo movimiento a los dos platos de cada planeta a la vez, moviendo todos los componentes del sistema solar con un sólo accionamiento [P1,2,4,5,6,19,21-25]. El paso de la transmisión del movimiento desde la estructura de planetas norte a la del sur se realiza mediante un eje concéntrico e interior al de precesión [P31], puesto que su posición espacial es la misma.

Conectado a esta transmisión hay también un contador de año [P38], cuyo número actualizado se proyecta sobre la cúpula para informar del momento representado.

Con este movimiento se simulan aceleradamente el movimiento del Sol, la Luna y los planetas sobre el cielo, a lo largo de los años. Permite explicar así, los bucles de la trayectoria aparente de Marte o las retrogradaciones de Venus y Mercurio sobre el fondo de estrellas.

Debido a la alta velocidad que requiere éste y los demás movimientos, los trenes de engranajes primarios deben ir en baño de aceite, en un cárter de suficiente capacidad para garantizar el engrase, la refrigeración y la estabilidad del propio aceite que debe ser renovado cada año, o cada 2.000 horas de funcionamiento.

Eje y movimiento de precesión

El eje más interno después del anual es el del movimiento de precesión [Figura P 17], que corresponde además al eje de revolución del proyector central. Aunque es un movimiento menor, reproduce el cabeceo cónico del eje del planeta Tierra, tal como aparece proyectado sobre el cielo. Su movimiento es de una revolución cada 25.600 años, pero además de su conexión mediante engranajes al movimiento anual, también tiene un movimiento rápido independiente para simular la posición y el giro del eje celeste en otras épocas de la antigüedad o del futuro, pudiendo reproducir el cielo que veían civilizaciones antiguas como los egipcios o los griegos. Este movimiento arrastra los proyectores de estrellas y de planetas, así como todos los proyectores auxiliares que van ligados a ellos: constelaciones, proyectores de estrellas individuales como Sirio, de Vía Láctea, de polo galáctico, de círculo de precesión, etc.

 
Créditos-Comité Editorial © Asociación de Ingenieros del ICAI Normas para Autores