Las iglesias rupestres de España y su entorno (Viaje de la promoción 1963)


Románico en San Martín de Frómista.

Hermoso capitel románico.

El Canal de Castilla cerca de Frómista.

Las incomparables vistas de la Cordillera Cantábrica desde las habitaciones del Parador de Cervera de Pisuerga.

Los judíos estuvieron presentes desde siempre, en base a que Fernando I, dada la necesidad de repobladores y por su justa fama de hombres hábiles, industriosos y activos, les concedió muchas facilidades para su establecimiento en Palencia. La comunidad judía de Frómista llegó a tener unas doscientas familias, -del orden de 1.000 personas-, a finales del siglo XV, que conformaban aproximadamente la cuarta parte del pueblo. La expulsión de los judíos en 1492 supuso una sangría demográfica y económica muy considerable.

Hacia 1591, en tiempos de Felipe II, tenía 521 vecinos, la mitad de los que había tenido cien años antes. A mediados del siglo XVIII la población había descendido a 217. No había industrias ni apenas actividad comercial; la agricultura, exclusivamente de secano, era muy poco productiva; una de cada cinco casas estaba arruinada.

El panorama desolador comienza a cambiar a finales del siglo XVIII, cuando se construye el Canal de Castilla. En 1773 el Canal alcanza Frómista, con cinco esclusas, cuatro de ellas unidas mediante el mayor salto de agua. El Canal supuso una animación moderada de la economía, propiciando el regadío, el transporte y la aparición de fábricas de harina. La población actual es de unos 1.000 habitantes.

Canal de Castilla

Es una importante obra de ingeniería civil realizada entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX. El Marqués de la Ensenada sugiere a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales de transporte para Castilla, de ahí el origen del Canal, al ser, por entonces, la principal productora de cereales, que además sirviera como vía de comunicación y solucionase el problema de aislamiento de la meseta castellana, debido al relieve complicado y una deficiente red viaria. Discurre a lo largo de 207 kilómetros uniendo las localidades de Alar del Rey (Palencia), donde tiene su nacimiento, y las de Valladolid y Medina de Rioseco, situadas respectivamente al final de los ramales sur y de Campos (el Canal tiene forma de “y” invertida). Recorre parte de las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid. El Canal de Castilla merece una visita ex profesa para su estudio y análisis detallado.

Fue a partir de la apertura de la línea férrea Valladolid-Alar de Rey, con trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, cuando se limita y cede su utilización como vía de transporte y comunicación. No obstante su cauce sigue proporcionando otros usos derivados de la fuerza motriz, generando un desarrollo económico e industrial en las localidades por las que discurre y favoreciendo la creación de fábricas de papel, harinas, cueros, molinos, armas e incluso astilleros.

En los momentos de mayor auge se confeccionó un proyecto, en base a establecer y hacer navegable el paso desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, uno de cuyos auspiciadores era el Marqués de Astorga. Comenzaba en el Ebro y concluía en la desembocadura del Guadalquivir, siendo parte fundamental del mismo el Canal de Castilla. La construcción de las carreteras radiales hizo imposible la idea de llevar a cabo este interesante y poco conocido proyecto.

Parador de Cervera de Pisuerga

Después de una jornada de tanto trasiego nada mejor para descansar que el Parador de Cervera de Pisuerga, con sus incomparables vistas sobre la Cordillera Cantábrica.

 
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