Alba

Esquema de Alba:
1-En el centro hay un brazo recto, el LINAC, un acelerador lineal y el comienzo del sincrotrón. LINAC inyecta electrones en el booster, un acelerador circular.
2-El Booster inyecta electrones en el gran anillo de almacenamiento, formado por cuadrupolos y onduladores.
3- 8 Líneas de luz, para experimentación científica, 8 brazos rectos se unen tangencialmente al gran anillo de almacenamiento.

Los primeros estudios datan de los años 70, cuando un grupo de biólogos se instaló en el sincrotrón de Hamburgo para bombardear con rayos X muestras biológicas, concretamente el músculo de un ala de un insecto. Diez años antes John Kendrew, entonces director del EMBL (Laboratorio Europeo de Biología Molecular), había resuelto la 1ª estructura tridimensional de una proteína, la mioglobina, descubrimiento que valió el premio Nobel en 1962. Para ello irradió cristales de esta proteína con rayos X producidos con un generador convencional, el utilizado por los médicos radiólogos.

Desde la instalación del EMBL, en el sincrotrón de Hamburgo se ha resuelto la estructura tridimensional de miles de proteínas, como la RNA polimerasa que transcribe la información genética del ADN en ARN. En el desarrollo de nuevos fármacos, la luz sincrotrón permite visualizar cómo el fármaco se une a la proteína diana y la inactiva causando el efecto terapéutico.

ALBA permite, además, estudiar la difracción de cristales, resolver estructuras de proteínas, virus y otras macromoléculas con alta resolución. La difracción de bajo ángulo analizará muestras no cristalizadas a menor resolución, pero con utilidad similar. En el futuro ALBA permitirá observar células u orgánulos enteros.

¿Éxito?

En relación con esta iniciativa hay diversidad de opiniones: el Gobierno español ha asegurado una inversión de 400 millones de euros hasta 2022, pero también se especula con que la partida anual de 15.5 millones de euros para mantener la actividad del ALBA está asegurada solo en los presupuestos de este año 2010.

Esta incertidumbre hace necesaria la inversión privada pero ¿cuántas empresas acabarán instalándose por los alrededores del sincrotrón, y no precisamente españolas?. Se estima que, como máximo, entre el 5 y 10% de la investigación será privada.

En la inauguración, el Dr. Ramón Pascual, Presidente del consorcio ALBA tranquilizó a los presentes:”El primer empujón seguro que es público, pero las empresas deben ir ganado terreno”. Incasol tiene previsto un espacio vivero para las empresas que tengan que usar el sincrotrón con cierta asiduidad.









   
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