El talento no usado es éxito desperdiciado  

Algunas de estas noticias se han repetido a lo largo de los años, y una de ellas en particular, aquella que hace referencia al desempleo de los jóvenes, incluyéndose la necesidad de apartar a los “mayores” de la vida laboral para que ellos se pudieran incorporar, estableciéndose de forma escalonada medidas que han materializado despidos (prejubilaciones) masivos de personas de más de 50 años, e incluso de 48 años. Una vez aplicadas, el índice de jóvenes desempleados ha continuado en la misma proporción que en décadas anteriores, por lo que cabe deducir que tales medidas no son las adecuadas para facilitar la incorporación al mundo laboral de nuestros jóvenes.

Otro aspecto, y no menos importante, es que no se han tenido en cuenta las consecuencias que han producido estas medidas. Por un lado, en las personas que han sido apartadas en la plenitud de facultades para el desarrollo de sus tareas profesionales, no posibilitándolas el compatibilizar su prejubilación con el ejercicio de actividades profesionales, y por otro lado, en las personas jóvenes, que en algunos casos han sustituido a los “mayores” prejubilados con un tipo de contratación y un nivel salarial poco acorde con la relación de valores y expectativas que les hemos estado transmitiendo a lo largo de su etapa de formación, sintiéndose desilusionados y engañados.

En la actualidad, en nuestro país, el índice de mayores de 50 años ocupados está por debajo del 50%, muy lejos de los países considerados más avanzados económica y socialmente. Los acuerdos de Lisboa exigían a España acercarse al índice de ocupación de los mayores de 50 de otros países de la Unión Europea, aunque hasta el momento no se han evidenciado acciones encaminadas al cumplimiento de éste acuerdo.

La situación actual como oportunidad

Teniendo en cuenta todo lo dicho hasta este punto, consideramos que nos encontramos en un momento de oportunidad único para poder dar respuesta a la necesidad tanto de las empresas como de las personas.

La punta de lanza deben ser los emprendedores que se atrevan a coger este toro por los cuernos, poniendo en marcha proyectos empresariales innovadores enfocados a recuperar el talento perdido de los mayores, para ofrecerlo a las empresas a través de nuevas formas y fórmulas de colaboración.

Creemos esencial volver a un modelo de relación basado en valores y no sólo en la satisfacción del accionista a corto plazo, cualquiera que sea el peaje a pagar. En este sentido consideramos esencial recuperar estos valores:

  • El valor del conocimiento y de la experiencia de los mayores de 50.
  • La calidad del servicio y del trabajo bien hecho, basados en el talento, el compromiso, la responsabilidad y el esfuerzo.
  • La satisfacción de las personas y de las empresas con el aporte de soluciones adaptadas a sus necesidades, en un marco de relación de confianza donde ambas partes ganan.
  • La unión entre juventud y veteranía como garantía del éxito a corto, medio y largo plazo.
  • El respeto y el desarrollo de las personas.
  • El valor de la formación académica y de la educación en valores.
  • El valor de la ilusión como uno de los elementos básicos en la construcción del futuro, y en el desarrollo de las personas y de la sociedad.
 
Créditos-Comité Editorial © Asociación de Ingenieros del ICAI Normas para Autores