Creemos en la libertad de las personas, y en la posibilidad de elegir la continuidad de la actividad laboral, tanto en situaciones de prejubilación, como de jubilación, disponiendo de mecanismos que ayuden a compatibilizar las prestaciones sociales alcanzadas, con otros ingresos obtenidos en contraprestación a la productividad y el beneficio que las personas “mayores” pueden aportar a nuestra sociedad. En este sentido, la Administración también tiene que arbitrar las medidas necesarias para facilitar esta compatibilidad, con procedimientos sencillos, lo cual tendría beneficios para todas las partes:
Adicionalmente, el paulatino envejecimiento de la población y la imparable inversión de la pirámide poblacional nos obligan a tener en consideración la necesidad de contar con los mayores en el futuro, ya no sólo como fuente de talento, sino como mano de obra especializada.
Entendemos que existen otras fórmulas que faciliten e incentiven el crecimiento en prosperidad de nuestro país, permitiendo respetar los intereses de trabajadores y empresarios, de jóvenes y mayores, bajo un lema común que permita la creación de oportunidades de negocio y la puesta en marcha de nuevas ideas, que den cabida a todos en un entorno donde sea posible combinar el desarrollo profesional y personal, y que nos permita formar adecuadamente a nuestros jóvenes para que se puedan enfrentar junto con los mayores a retos cada vez más desafiantes.