Las Médulas (II)

Señalada como acequia para Las Médulas en vez de camino en el Valle del Silencio.

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Creemos que en la primera parte –sin duda la más importante de este tema de Las Médulas– hemos llegado a conclusiones bastante fuera de lo que se encuentra escrito (hasta en el propio mirador de Orellán) y está en boca de quienes sin duda han sido así erróneamente informados.

Creemos también que los temas en que hemos discrepado de otros autores, si no en todo, sí en buena parte, son:

  1. Superficie de La Cabrera, cuya escorrentía sería la que alimentase de agua a la explotación de Las Médulas.
  2. Escorrentía total derivada de esa superficie. Tanto el volumen total anual como los distintos valores mensuales, según los datos de pluviometría y escorrentía de la zona.
  3. Caudales (no hemos visto ningún dato sobre ellos) que llevaban las acequias que acercaban el agua a Las Médulas. En esto difícilmente podríamos coincidir cuando se parte de fijar para la pendiente de ellas valores tan dispares; como que el nuestro lo fijamos en 1 por mil (0,001) y otros toman el nuestro multiplicado por 10: 1 por ciento (0,01).
  4. Longitud total de canales o acequias y su curso. En esto vemos las mayores aberraciones: tanto en lo uno como en lo otro.
  5. Cuál era el modo, si no el único, el más importante a nuestro juicio, de utilizar el agua para llegar a beneficiar el oro.

Autores: Luciano Martínez Luengo

Luciano Martínez Luengo. Doctor Ingeniero Electromecánico del ICAI. En la empresa Saltos del Sil comenzó con el montaje y la explotación de sus centrales hidráulicas así como su automatización. Al ser aquélla absorbida por Iberduero, S.A., se encargó de la operación y mantenimiento de las centrales hidráulicas y del transporte de toda esta última sociedad.

 
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