Por supuesto las acequias citadas aquí hay que considerarlas destinadas a recoger las aguas de esa vertiente para hacerlas llegar a las Médulas. Insistimos: ni hay otras, ni podría haberlas por las cordilleras que en nuestro caso delimitan las distintas cuencas –vertientes– que hemos citado: ni del Duerma, ni del Eria, ni del Oza, y muy pocas: las suficientes o las posibles útiles son del Cabrera (de su cuenca).
O sea que los romanos en la explotación de las Médulas se aprovecharon de una aportación media anual de 20 Hm3 y un caudal medio anual de aproximadamente
Con un valor máximo en ciertos meses de algo más de 1 metro cúbico por segundo (1,07 m3/seg) y otras en verano de 0,215 m3/seg, a juzgar por los valores mensuales que tenemos del Duerna.
En el primer caso las dos acequias que se aproximan a las Médulas no podrían absorber o conducir todo el caudal disponible (1/2 x 1,07 m3/seg) o sea 0,53 m3/seg cada una y en el segundo tendrían que esperarse más tiempo para abrir las compuertas de los depósitos a toda prisa.
Las dimensiones de esos depósitos que reciben las aguas de la acequia (llamémosla 950) eran de “doscientos pies de ancho hacia todas partes y diez de hondo” lo que con el valor del pie de 27,5 cm hacen 8.167 m3 cada uno (200 x 200 x 10 x 0,2753).
Esos depósitos, cada uno, tardaría en llenarse, según los caudales aportados, un mínimo de:
8167/0,535 = 15265 seg ◊ 4,2 horas
o sea podrían llenarse 5 veces al día o 5 depósitos en el día.Un argumento más para afianzarnos en nuestra “aseveración”: si las necesidades de agua –la aportada por la acequia 950– las cubre esa acequia, ¿para qué buscar lo que no existe, ni existirá jamás? ¿A qué insistir en cientos de kilómetros de ellas?¿300 km? ¿500 km? bastantes menos.
No es nada difícil ver cuales eran las acequias que acercaban el agua a las Médulas. Insistimos, acercaban. No recogían sino de otras (y decimos otras porque nos referimos a las que están en distinto mapa), el agua que conducían. Las 950 y 800 están bien señaladas en el 191-I, Carucedo. Las que recogían el agua y la llevaban aquellas están en el mapa 191-II, Villanueva de Valdueza, y por supuesto no en la vertiente del Oza sino en la que queda al sur de este valle cuya cabecera la forman los montes Aquilanos. Y no encontramos más acequias.
Decimos que la 950 era la que llevaba el agua para la “ruina montium” y la segunda la que lleva el agua para el lavado del conjunto de barro, rocas y oro a las ágogas; también depósitos provistos de unos cedazos (cribas) constituidos por una planta que Plinio llamó ulex.