Sin extenderme mucho quiero señalar cuáles son a mi juicio los principales retos que deberemos afrontar en los próximos años:
1. Nuevos grados. El reto no consiste sólo en poner en marcha los nuevos grados de Ingeniería Telemática e Ingeniería Electromecánica. El verdadero reto es que aprovechemos este tiempo de cambios para mejorar lo que ya hacemos bien sin perder nuestras señas de identidad. Si dentro de 10 o 15 años nuestro grado Electromecánico y sobre todo nuestra nueva Ingeniería Telemática logran cotas de prestigio equivalentes a las de nuestros actuales títulos, entonces sí que habremos superado este reto.
2. Máster en Ingeniería Industrial. Nuestro título de mayor éxito es sin duda el de Ingeniería Industrial; por tradición, por el número de ingenieros egresados, por sus brillantes carreras profesionales; y por la importante labor de nuestro Colegio/Asociación Nacional de Ingenieros del ICAI, entre otros motivos. Ahora debemos reformular ese título en un máster. Esta necesidad nos proporciona la oportunidad de aumentar el valor de nuestros futuros ingenieros industriales combinando este máster con otro que complemente su amplia formación técnica con conocimientos y habilidades de la organización industrial y de la administración y dirección de empresas.
3. Internacionalización. La implantación del Espacio Europeo de Educación Superior lleva implícito ampliar las relaciones internacionales en todas sus dimensiones: intercambio de alumnos, movilidad del profesorado, investigación con alcance internacional, etc. Por ejemplo, nuestra oferta de nuevos grados garantiza un intercambio internacional a los alumnos que lo soliciten y sean admitidos en dicha opción. Esto nos va a exigir en los próximos años dar un nuevo impulso a nuestras ya buenas relaciones internacionales. Un objetivo adicional será forjar nuevas alianzas con universidades extranjeras de prestigio que nos permitan ofrecer nuevos programas de doble titulación o colaborar activamente con sus grupos de investigación.
4. Postgrado. Como ya he señalado anteriormente, en los últimos años hemos cosechado éxitos notables en la formación de postgrado. No podemos relajarnos ni caer en la autocomplacencia. Estos éxitos los debemos aprovechar para lograr a largo plazo una efectiva y sostenible ventaja competitiva.
5. Investigación. Investigar en una universidad no pública en España es en sí mismo un reto. Por suerte ya hemos recorrido un largo camino y hoy desde nuestras cátedras y departamentos, y sobre todo desde el IIT, se crea conocimiento, se transmite y se obtienen los recursos que financian estas actividades. Creo que ahora el reto es que nuestra investigación ayude a encontrar respuestas a los nuevos problemas que afronta nuestra sociedad, por ejemplo trabajando en la búsqueda de un modelo energético sostenible y justo. También debemos publicar más y en mejores revistas, e incluso crear opinión en aquellas áreas de conocimiento en las que podemos y debemos ejercer nuestro liderazgo.
Soy optimista al pensar en estos retos y estoy seguro de que en ICAI, con el esfuerzo y compromiso de todos, seremos capaces de aprovechar las oportunidades que nos brinda el futuro y convertirlas en ventajas. Nuestros 100 años de historia nos enseñan que el ICAI ha salido siempre fortalecido de las dificultades y los retos que se han presentado: en 1908 unos Jesuitas visionarios lo fundan; en los años 30 se traslada a Lieja; en los años 60 nace en ICAI el ICADE, referencia indiscutible en España en los estudios de Derecho y Administración de Empresas; en los años 70 se integran ambos en la Universidad Pontificia Comillas y en los años 80 se crea el IIT. Estas son algunas de las respuestas maestras que nuestra escuela ha dado a las necesidades y encrucijadas de cada momento. Soy optimista al pensar en el futuro, porque creo en nosotros y en lo que significan y representan las siglas ICAI.
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