Motor de compresión variable y Ciclo Atkinson sin rozamientos ni vibraciones

La válvula rotativa formada por una placa que gira dentro de una ranura, corta el flujo del gas en el proceso de la admisión antes de que la segunda válvula, que tiene el cierre retrasado, este totalmente cerrada. Esta segunda válvula, similar a cualquier válvula habitual se encarga de completar el cierre de la admisión y combate las altas presiones. La placa puede moverse con un giro alternativo mandado por un sistema electromagnético o potencia fluida, pilotado por un microprocesador, o con giros sincronizados con el cigüeñal, pudiendo, en este caso, modificarse el desfase para controlar el llenado. Dependiendo de su forma geométrica, puede girar a la misma velocidad que el cigüeñal, o dos veces más lenta. Se puede utilizar la misma placa para controlar la admisión de un segundo cilindro en paralelo. La válvula rotativa también se puede realizar mediante un eje giratorio con un taladro transversal que corte el flujo del gas. Otra alternativa es utilizar un tubo y admitir el gas axialmente.

Cuando se requiere menos potencia, en los motores multicilindros, se puede desconectar por completo la contribución de algún cilindro, eliminando su trabajo desfasando la primera válvula de admisión de forma que cierre completamente cuando la segunda esta abierta. Se puede completar esta técnica añadiendo otra válvula similar en serie con la de escape, con el fin de reducir pérdidas de carga de bombeo.

   
Créditos-Comité Editorial © Asociación de Ingenieros del ICAI Normas para Autores