La capacitación de usuarios se dividió en tres partes; conceptos generales, conceptos técnicos y conceptos administrativos. Los conceptos generales tenían el objetivo de hacer comprender a los usuarios el tipo de tecnología que se iba a instalar y los conceptos básicos relacionados con la energía y la electricidad. Por su parte los conceptos técnicos, instruían al usuario sobre los componentes del SFD, su funcionamiento y las buenas prácticas de uso. Finalmente los conceptos administrativos, tenían el objetivo de informar al usuario sobre la responsabilidad que adquirían al entrar a formar parte de este proyecto.
La capacitación del CEF se centró en las responsabilidades técnicas y administrativas que asumían como interlocutores entre Perú Microenergía y su comunidad en cada localidad. Además el CEF, al ser también beneficiario del SFD, participaba en la capacitación de usuarios.
Para impartir la capacitación sobre el terreno se crearon unos paneles informativos, que servían de apoyo a los voluntarios, así como unos manuales de usuario y de CEF que contenían los aspectos fundamentales de la capacitación y que los asistentes a la capacitación se llevaban a casa.
Un equipo mixto formado por Jessica y Cintia, comunicadoras de Perú Microenergía y Estefanía, Patricia, Luis e Isabel, como voluntarios de la Fundación de Ingenieros del ICAI para el Desarrollo, fueron los encargados de capacitar las veintitrés localidades a electrificar.
Tras llegar a Cajamarca descubrimos una realidad muy distinta a la que estábamos acostumbrados. El trabajo previo no evitó la sorpresa de encontrarnos ante una cultura tan diferente, y tan cercana a la vez. Lo que parecía ser una pequeña ciudad de provincias, resultó ser una ciudad de más de 300,000 habitantes, cuyas casas se desparramaban por las laderas de las altas montañas que la circundaban.
En la sede de Perú Microenergía (PEME) de Cajamarca, programamos las capacitaciones que tendrían lugar en las semanas siguientes, tanto a nivel pedagógico como logístico. Siendo este último de gran importancia, dado que nos íbamos a hospedar en comunidades de zonas rurales aisladas sin acceso a agua potable ni electricidad. Esta experiencia nos haría comprender mejor, por un lado, las carencias a las que se enfrentan cada día millones de personas y por otro darnos cuenta de las comodidades de las que inconscientemente disfrutamos desde niños. El contacto diario con estas personas nos ayudaría también a enfocar las capacitaciones y mejorar así su comprensión.
En la mayoría de las localidades la acogida del proyecto fue masiva. Sólo en unas pocas localidades la acogida inicial fue escéptica, debido a engaños pasados, promesas electorales incumplidas y desconocimientos técnicos. Pero en todas, al final la comunidad recibía agradecida e ilusionada los contratos y los certificados que acreditaban su formación como usuarios de Sistemas Fotovoltaicos.