Como templo funerario necesita de rentas para el mantenimiento del culto funerario, en este caso, del faraón Ramses III. Por ello se le dota de un patrimonio que sea la fuente de generación de rentas. En esta época ese patrimonio son, básicamente, terrenos agrícolas en zonas fértiles. La cesión fue realizada con grandes formalidades jurídicas y desde luego en documentos (probablemente papiros, o algún otro soporte que no ha llegado hasta nosotros) que el templo custodiaba. Esta fórmula para instrumentar el culto funerario es muy semejante a la institución de las Capellanías en España, reguladas por el Código de Derecho Canónico de 19833. En el discurso ante la triada tebana, Ramses III dice:
“He colocado mi templo bajo tu autoridad, oh mi Augusto Padre; he puesto sus posesiones por escrito, aseguradas bajo tu control. Te he entregado todos los terrenos de mi propiedad, para que puedan ser puestos para siempre a tu nombre”.
La imagen de la diosa Maat (la diosa de la justicia, entre otras cosas), justamente detrás de la Triada Tebana, parece reforzar la idea de documento jurídico que subyace en el texto.
Esta matización de tipo jurídico se puede ver reflejada en el nombre del templo: la Casa de User Maat Ra Mery Amon, llamada Unido con la Eternidad, en el Dominio de Amón, situado al Oeste de Tebas. Queda perfectamente claro que el templo está situado en un territorio cuyo propietario es el Dominio de Amón, la más rica y poderosa unidad económica en el estado faraónico de esa época.
Por tanto, el gigantesco calendario parece estar allí para que no se olvidara esa especie de contrato entre el rey y los dioses.
El calendario de ofrendas fue instaurado mediante un decreto real en el año 4º de Ramses III y es el más largo y más completo calendario del Antiguo Egipto que ha llegado hasta nosotros. Está inscrito en un gran espacio rectangular, entre el segundo pilono y la pared oeste que cierra el templo y sirve de fondo del mismo.
El muro no tiene la forma de un rectángulo perfecto. El lado junto al segundo pilono es más alto que el lado del fondo del templo. Este templo, igual que otros templos en el Antiguo Egipto, reduce la altura de suelo a techo a medida que se avanza hacia el interior, hacía el fondo del templo; se eleva el suelo y se baja el techo. Para obtener un espacio perfectamente rectangular donde grabar el calendario, rellenaron los espacios superior e inferior con otros textos, de caracteres más grandes, y escenas del faraón ante los dioses.
Dentro del gran rectángulo donde se inscribe el calendario hay 36 rectángulos, o secciones, con escenas y textos jeroglíficos. En total 1.470 líneas de escritura jeroglífica. Cada una de estas secciones está separada de la siguiente por dos líneas paralelas que recorren el gran panel de arriba a abajo.