"Los que dicen que es imposible no deberían molestar a los que lo están haciendo" Albert Einstein
Palabras clave: emprendimiento social, innovación, financiación de empresas, ONG, tercer sector.
Key words: social entrepreneurship, innovation, corporate finance, NGO, charity sector.
Resumen: Las organizaciones de la economía social están experimentando un cambio radical debido a su actual falta de financiación, derivada de su dependencia de los fondos públicos. Ante este problema, está surgiendo un nuevo modelo de organización: "la empresa social", que busca ser económicamente sostenible a través de los ingresos de su actividad empresarial, pero que se diferencia de las empresas tradicionales en su razón de ser, conseguir un objetivo social. En España, está naciendo el ecosistema de apoyo que permitirá que se desarrollen y prosperen algunas de las compañías que generarán importantes cambios sociales.
Abstract: The organizations of the social sector are suffering great challenges due to their lack of finance, as a consequence of their dependency on public funds. An alternative to traditional charities is emerging: the social enterprise, which seeks to be financially sustainable through their main corporate activities, being at the same an agent of social change. Spain is currently creating its own social ecosystem that will support and allow some social organizations to prosper, those who will generate great social changes.
Autor: José Luis Muñoz de Morales Silva
José Luis Muñoz de Morales Silva Ingeniero en Organización Industrial por el ICAI y por la Universidad de Westminster (Londres), e Ingeniero Informático por la Complutense de Madrid. Tiene cuatro años de experiencia en diferentes puestos de diseño y desarrollo de software en compañías multinacionales como Indra. Tras un breve paso por la banca de inversión, actualmente fundador y CEO de la organización social trustparency.
Tradicionalmente los problemas sociales eran resueltos por organizaciones sin ánimo de lucro. Estas recibían gran parte de la financiación de administraciones públicas, financiación que no tenía que ser devuelta ni generar un retorno financiero dado su carácter de donación. Esto permitía a las organizaciones centrarse en el retorno social.
El paradigma ha cambiado a nivel global, y especialmente en España porque el tercer sector ha visto reducidos sus fondos en 2.100 millones de euros en los dos últimos años, lo que ha producido que desaparezcan 3 de cada 10 ONGs [PWES12].
El gran reto que plantea la situación es crear organizaciones capaces de ser autosuficientes, que puedan "sobrevivir" gracias a los ingresos generados por sus servicios y que resuelvan problemas sociales. Así es como ahora mismo está surgiendo un nuevo modelo de empresas, las empresas sociales. Un claro ejemplo del momento de su nacimiento es la regulación europea de los Fondos de Inversión Social, adoptada por la Comisión Europa el 12 de septiembre de 2012 [EURC12].
La mejor respuesta a esta pregunta se extrae de la definición realizada por la European Venture Philanthropy Association (EVPA) en una conferencia de empresas sociales en Amsterdam; una empresa comercial con un propósito social, cuyas principal características son [EVPA10]:
Muchos stakeholders están teniendo en cuenta que los inversores de empresas sociales están dispuestos a hacer un "trade-off" entre los rendimientos financieros esperados y los "retornos sociales" (que se puede caracterizar como tomar más riesgos para la misma rentabilidad o menor rentabilidad para el mismo riesgo).
La Comisión Europea señala que en el "Grupo de Trabajo Europeo de Inversión Social" los inversores sociales buscan un rendimiento financiero, aunque por lo general el objetivo de su cartera está en recuperar el capital para que pueda ser reinvertido, por eso la rentabilidad de las inversiones está por debajo de las tasas comerciales.
Por otro lado J.P. Morgan realizó un estudio en el año 2010 entre líderes del mercado de inversores de impacto con 24 encuestados, que proporcionaron datos de más de 1.100 inversiones. Se analizó una muestra de las inversiones actuales de impacto a través de sectores de actividad y objetivos de impacto (es decir, no limitado a la balanza de pagos –BoP- que sirve exclusivamente para el análisis de negocio).
Las conclusiones obtenidas del análisis fueron que las expectativas de rentabilidad para las inversiones de impacto varían dramáticamente.
La gráfica muestra el nivel de expectativas de retorno con una línea vertical, dejando claramente ver que algunos inversores esperan rendimientos financieros de sus inversiones de impacto que superan a las inversiones tradicionales en la misma categoría, mientras que otros esperan una compensación entre retorno financiero e impacto social.
Cada vez más, los nuevos participantes del mercado de inversiones de impacto, en particular de países emergentes, creen que las inversiones de impacto no necesitan sacrificar retorno financiero a cambio de impacto social.
La Corporación Financiera Internacional, reveló recientemente que su portafolio de inversiones en mercados emergentes, entre las que se encuentran multitud de inversiones de impacto, ha superado la rentabilidad del mercado de capital riesgo para añadas que se encuentran entre 1989 y 2006.
Además de invertir directamente en empresas y proyectos que impulsan el cambio social, muchas de las innovaciones financieras también están ofreciendo a los inversores más oportunidades para realizar inversiones de impacto.
Por ejemplo, los bonos verdes y los bonos climáticos sólo son emitidos específicamente para recaudar fondos para proyectos ambientales o proyectos de mitigación del cambio climático. Estos bonos también suelen incluir una exención fiscal en la declaración financiera del bono.
Estos ejemplos de nuevas estructuras de financiación, sugieren que el campo de la inversión de impacto puede alcanzar un nuevo nivel [SFSE11].
Los gobiernos de todo el mundo también están promoviendo cada vez más el emprendimiento social, para que puedan surgir iniciativas económicamente sostenibles capaces de generar ingresos debidos la naturaleza de su actividad, una actividad centrada en ayudar a resolver problemas sociales.
Con este fin, los gobiernos en los EE UU, Reino Unido y Europa han puesto disponibles alrededor de 4 mil millones de dólares para inversión social sólo en los últimos tres años. El Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Fondo Social Europeo han otorgado hasta 550 millones de dólares para la financiación de las empresas de "impacto" [CSRI12].
En España, se está innovando en el acceso a la financiación para favorecer la creación de empresas sociales. La Empresa Nacional de Innovación ha puesto a disposición de estas empresas préstamos participativos a un bajo interés y con la posibilidad de un periodo de carencia de hasta dos años, favoreciendo la consecución del break-even y la consiguiente sostenibilidad [ENIS12].
Enisa emprendedores sociales
"El objetivo de esta línea es apoyar financieramente a las pymes que contemplen las necesidades sociales como eje central de su modelo de negocio" (definición sitio web).
En la Tabla 1 se muestran otros instrumentos de financiación para empresas sociales.
Las estimaciones sobre el tamaño del mercado de la UE, en concreto las "estimaciones actuales del Fondo Europeo de Inversiones (FEI)", es que hay alrededor de 50 fondos sociales verificados. El tamaño promedio de los fondos es muy pequeño –entre 10 euros y 20 millones– con una o dos excepciones (por ejemplo, en el Reino Unido Bridges Ventures, que es de alrededor de 115 millones de euros).
Estimaciones recientes de la EVPA estiman que el mercado de 'venture philanthropy' en Europa gestiona unos fondos con un volumen de alrededor de 1.000 millones de euros. El mercado de inversión social supone alrededor del 2% del tamaño del mercado de Venture Capital, y menos del 0,2% del tamaño del mercado de Private Equity [EURC12].
La necesidad, un motor que genera grandes cambios, nos ha traído las empresas sociales, un nuevo modelo de creación de valor capaz de producir impacto social y económico. La cuestión que cabría plantearse es si será un modelo consecuencia de la actual coyuntura económica o podrá asentarse y expandirse globalmente.
En Estados Unidos, esta innovación perteneciente al sector social existe desde hace muchos años, donde hay incluso una regulación específica para las empresas sociales, conocidas como "B Corporations".
La respuesta a la implantación y expansión global del modelo de empresa social propuesto podría esclarecerse analizando el apoyo que está recibiendo en Europa, y concretamente en España de:
- Escuela EOI: creadores en España del primer Máster en Administración de Empresas (MBA) con especialización de Empresas Sociales.
www.eoi.es/mediateca/video/478
- Oxford: impartirá en abril de 2013 el primer programa ejecutivo de Inversiones de Impacto.
www.sbs.ox.ac.uk/execed/finance/impactinvesting/Pages/DatesandFees.aspx
http://www.thegiin.org/cgi- bin/iowa/resources/research/151.html
http://www.enisa.es/es/financiacion/info/crea- cion/enisa-emprendedores-sociales
- Social Nest: centro pionero en España donde "ayudamos a transformar ideas en empresas que mejoran el mundo".
- UEIA: primera incubadora social de Europa que apoyó las empresas sociales de base tecnológica.
- Creas: fondo que invierte en proyectos empresariales que persiguen fines claramente sociales, conjugando al mismo tiempo la rentabilidad económica y la social.
La combinación de formación en escuelas de negocios, apoyo en la incubación de empresas y capital disponible, constituyen la creación de un nuevo ecosistema que seguramente nos permitirá asistir a la creación de grandes empresas sociales en un futuro no muy lejano.