Ignacio Moncada es Ingeniero del ICAI de la Promoción de 2009. Actualmente trabaja en el Departamento de Financiación Estructurada de BBVA en Nueva York, donde lleva viviendo dos años. Además de trabajar, Ignacio está completando la Licenciatura en Economía. Este campo es una de sus pasiones. Periódicamente publica artículos de opinión y divulgación económica en diversos medios de comunicación y forma parte del Consejo de Redacción de "Anales". Es miembro del Instituto Juan de Mariana en España y el Ludwig von Mises Institute en Estados Unidos, dedicados al desarrollo teórico de la economía y a su aplicación práctica en la vida real.
Precisamente a través de la Oficina de Prácticas y Empleo de la Universidad Pontificia Comillas. Estaba buscando activamente oportunidades para trabajar fuera de España, principalmente en Estados Unidos, y encontré en la bolsa de empleo de la Universidad una oferta para hacer prácticas en el Departamento de Financiación Estructurada de BBVA en Nueva York. Después de varias rondas de entrevistas, tanto presenciales en Madrid como por Skype con el equipo de Nueva York, tuve la enorme suerte de ser seleccionado. Después de completar el periodo de prácticas el banco me hizo un contrato indefinido, lo que en estos tiempos no es fácil. Actualmente el equipo de Financiación Estructurada para América del Norte se compone de diez personas, de las cuales, por cierto, tres somos Ingenieros del ICAI.
El equipo de Financiación Estructurada de BBVA en Estados Unidos está centrado en el negocio de Project Finance. Esto consiste en la estructuración y financiación de grandes inversiones que tengan un flujo de caja relativamente estable y predecible, de tal forma que la deuda se vaya devolviendo íntegramente con los ingresos generados por esos proyectos. Por ese motivo es muy importante analizar a fondo todos los aspectos de esos proyectos, tanto desde el punto de vista técnico, como financiero y legal. Los principales tipos de proyectos que analizamos son plantas de generación eléctrica, tanto tradicionales como renovables, grandes infraestructuras como carreteras, puentes y puertos, y proyectos de Oil & Gas, como plantas licuefactoras o gasoductos.
Irse a vivir al extranjero tiene grandes ventajas, pero también importantes inconvenientes. Cualquiera que haya vivido fuera de España sabrá cuáles son. Suelo decir que cuando preguntan a cualquier persona qué es lo más importante de sus vidas, entre las tres primeras suelen estar familia y amigos. Estas dos son, de alguna manera, el precio a pagar por irse a vivir a otro país. Es lo que más pesa cuando se hace el balance entre lo bueno y lo malo a la hora de tomar una decisión tan importante. Afortunadamente, con las nuevas tecnologías las distancias se acercan y se lleva mejor.
Empezar una vida nueva en un país extranjero siempre es difícil. Existen los problemas de partir de cero. Hay que alquilar una casa, amueblarla, amoldarse a una nueva ciudad en la que todo es nuevo. Lo bueno es que Nueva York es una ciudad muy dinámica, a la que continuamente llega y se va gente, y la adaptación es muy rápida. Esto también tiene un gran inconveniente: se hacen muchos amigos que van a Nueva York a hacer un año de carrera o unas prácticas, que antes o después se vuelven a sus países de origen. Pero lo bueno es que se conoce a mucha gente que proviene de culturas distintas, y todo eso enriquece profesional y personalmente.
Los aspectos positivos son muchos y muy importantes. Superan sobradamente a los inconvenientes de vivir lejos de tu país de origen. Me considero afortunado por haber tenido esta oportunidad y siempre soy consciente de ello. Profesionalmente, es impresionante lo que se aprende. Todos los días aprendo cosas nuevas y formas distintas de hacer las cosas. Estoy teniendo la oportunidad de crecer mucho profesionalmente en un momento económico especialmente malo, en todo el mundo en general pero en España en particular. Eso es algo que no tiene precio. En lo personal, esta experiencia te permite enriquecer tu forma de ver las cosas y tu cultura, con las de personas que provienen de puntos muy distintos del mundo. Creo que eso también es algo muy positivo.
Muchas. En primer lugar, hay que decir que Nueva York no es igual al resto de Estados Unidos. En Nueva York se vive a toda velocidad. Es una ciudad en constante movimiento, que centraliza mucha actividad de empresas y personas provenientes de todo el mundo, pero con la impronta de la cultura empresarial americana. La filosofía del trabajo es muy intensa, aunque también es flexible. Una de las cosas en las que ponen más énfasis, al menos en mi experiencia profesional, es en la atención por los detalles, en la precisión de lo que se hace y se dice. En España a menudo se tiende a aproximar y a ir a la idea general, más que a detenerse en los detalles. En esto me ha venido muy bien ser Ingeniero del ICAI, donde entre otras cosas se enseña a ser preciso.
Creo que sí. En ICAI se anima a los alumnos a hacer algún año en el extranjero, se ofrecen algunas clases en inglés y, a través de la Oficina de Prácticas y Empleo, se promueven ofertas de prácticas y trabajo para puestos fuera de España. Debo decir, además, que un Ingeniero del ICAI, allá donde vaya, siempre va a ser de los profesionales más capacitados, más preparados y más flexibles que se pueden encontrar en el mundo. ICAI promueve que sus alumnos estén presentes por todo el mundo de la mejor forma posible: dotándolos de una enorme capacidad profesional y de adaptación a entornos desconocidos.
Fundamentalmente tres cosas. La primera, que practiquen el inglés siempre que puedan. La segunda, que no tengan miedo a salir de su zona de confort, pues es fuera de ésta donde las personas son más creativas, donde más se aprende y donde más se disfruta. La tercera es que, una vez que se tiene la preparación adecuada y se tiene claro el objetivo de salir de España a Estados Unidos, como a cualquier otro país, que lo intente por todos los medios, sin descanso. Que no tema rebajar su situación actual en un primer momento si se tiene claro. Es muy posible que no salga a la primera, ni a la segunda, pues entrar no es fácil. Pero si se tiene la preparación y la determinación, al final se termina consiguiendo. Lo más importante, una vez que se tiene claro, es no rendirse jamás.