Organizada por el SEJU-ICAI, el 23 de noviembre se cursó una visita a la Nave de Motores del Metro de Madrid. Integrada en el conjunto denominado Andén Cero, esta nave, que ha estado en funcionamiento hasta hace pocos años, servía de central generadora de energía para abastecer a las líneas del ferrocarril metropolitano. En sus comienzos cumplía esa misión de forma continuada y, cuando las compañías eléctricas pudieron satisfacer la demanda, se quedó como central de emergencia, pues podía estar en condiciones de suministrar energía a los diez minutos de recibir la señal de arranque. Según cuentan antiguos del lugar, en alguna ocasión sirvió de refuerzo a la red urbana.
Los tres espectaculares motores SULZER tipo barco, los generadores, las conmutatrices, el cuadro de control, los sistemas de arranque, etc., son elementos dignos de verse. Y también lo es la nave en que se encuentran, diseñada por Antonio Palacios que fue el arquitecto que contrató la Compañía del Metropolitano para sus edificios y estaciones.
Un grupo de 20 miembros del SEJU pasó una mañana gozosa, disfrutando de la nave, en la que, como observaron algunos compañeros, "olía a aceite de máquina" y "se veían los ingenieros".
Fernando Herreros Salcedo
Miembro de la Comisión SEJU-ICAI
La maravillosa ciudad de Toledo se vio engrandecida con la visita de nuestros compañeros del SEJU-ICAI el pasado 11 de diciembre, día luminoso y no muy frío. Y es que un animoso, y siempre joven, grupo de 53 miembros se desplazó en autobús desde Madrid para admirar esta bella ciudad.
El autobús nos dejó en la plaza de Zocodover y, tras un reconfortante café, nos dirigimos al Museo Hospital de la Santa Cruz, magníficamente rehabilitado, y con piezas únicas de pintura, escultura y tallas. Después, caminamos por las bellas calles de Toledo hasta el Alcázar, actualmente sede del Museo del Ejército, en el que se exhiben unas 5.000 piezas de las 35.000 con que cuentan en sus fondos. Cabe destacar que se ha respetado el recinto (paredes, suelo y techo) del despacho del General Moscardó, tal y como quedó tras el asedio, aunque se ha hecho una recreación del mobiliario, por no conservarse el original.
A las 14:15 h. terminamos la visita del Museo en el restaurante ubicado en el mismo, donde disfrutamos de una agradable y espléndida comida, y una no menos agradable y espléndida sobremesa, enriquecida por un obsequio a cada asistente, compuesto por una caja de mazapanes de un afamado obrador y una caja de marquesitas. A las 17:45 h. iniciamos el regreso, llegando a Madrid a una hora muy prudencial, para no ser regañados por ningún hijo o nieto.
Fernando Herreros Salcedo (1965)
Miembro de la Comisión SEJU-ICAI