Calendarios en la Antigüedad:

el calendario de ofrendas del templo de Ramses III en Medinet Habu


Templo de Ramses III en Medinet Habu. Fotografías: Jesús Trello

Al buscar el significado de la palabra calendario en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, encontramos una acepción que encaja perfectamente con la gran inscripción que los egiptólogos llaman “el calendario de ofrendas del templo de Medinet Habu”. Según el diccionario, calendario es la “distribución de determinadas actividades en distintas fechas a lo largo del año”. Pues bien, esto es lo que encontramos: un gigantesco calendario que se extiende por el muro del templo a lo largo de más de cien metros, grabado en piedra, donde se detallan las ofrendas que hay que realizar a los dioses en cada fecha concreta.

El calendario grabado en las paredes del templo de Medinet Habu fue promulgado hacia el año 1182 a.C. por el faraón Ramses III (c. 1185-1153 a.C.).

Este antiquísimo calendario será objeto de análisis en las próximas páginas y nos permitirá hacer un recorrido por los orígenes de uno de los principales instrumentos inventados por el hombre para organizar sus actividades.

Además, nos permitirá conocer algo más de los orígenes de nuestra cultura, puesto que el calendario que utilizamos actualmente está basado en los calendarios empleados por los sacerdotes egipcios en la antigüedad, en los templos a orillas del río Nilo.

Un poco de historia

El calendario actual, denominado calendario gregoriano es un calendario solar, instaurado por el Papa Gregorio XIII en el año 1582, incorporando algunas modificaciones sobre un calendario ya existente llamado Juliano. Esta denominación, Juliano, del calendario precedente, se debe a que fue impuesto en el mundo romano por el estadista Julio César, en el año 46 a.C. Para ello contó con la ayuda de un egipcio, Sosígenes, astrónomo que vivió en la capital del reino ptolemaico, en Alejandría. Un año antes, el 47 a.C., había nacido Ptolomeo XV, Cesarión, fruto de la relación entre Julio César y la reina egipcia Cleopatra VII, durante la permanencia de éste en Egipto.

No es casual, por tanto, que el calendario que utilizamos actualmente, tuviese su origen en Egipto. Aún más, el calendario que impone Julio César en todo el territorio controlado por Roma, tiene su origen en uno más antiguo que intentó instaurar Ptolomeo III Evérgetes, mediante decreto, dos siglos antes, en el año 237 a.C. El decreto, denominado Decreto de Canopus, está grabado en una gran losa de piedra caliza en dos idiomas (egipcio y griego) y tres grafías diferentes (griega, jeroglífica y demótica).

 
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