Centro de mantenimiento Cerro Negro de Renfe Integria. En la imagen el tren laboratorio "Séneca" de ADIF
Palabras clave: Gestión del servicio de viajeros, programación, monitorización, mantenimiento, diagrama de Gantt, Servicio de Información Geográfica.
Key words: Management of railway service, scheduling, monitoring, maintenance, gantt chart, Geographic Information System.
Resumen: Los trenes son conocidos, admirados y fotografiados, pero la gestión de su servicio es una gran desconocida. Los viajes son posibles cuando los trenes cumplen sus horarios, los operarios realizan el mantenimiento necesario y cualquier incidente es solucionado adecuadamente. Este artículo explica los procesos y tareas necesarios para implementar dicho servicio de viajeros. La espera en los andenes puede ser aburrida o excitante pero después de su lectura, será también diferente.
Abstract: Trains are known, admired and photographed, but the railway service's management is unknown. Journeys are possible when the trains meet their schedules, people perform the necessary maintenance and any incident is resolved properly. This article explains the processes and tasks necessary to implement such service for railway passengers. Waiting on the station platform can be boring or exciting, but after reading this article, it will be different too.
Autores: Luis Fernando Real Martín
Luis Fernando Real Martín Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones. Durante varios años ha sido diseñador hardware y firmware de equipos de acceso de transmisión de datos para líneas dedicadas de Alcatel-Lucent. Como Analista de Capgemini S.L. participó en un proyecto de Renfe Operadora para la integración de las aplicaciones de servicio de viajeros. Actualmente su transición profesional se está dirigiendo hacia ámbitos de Seguridad de la Información y Seguridad de las Redes.
A pesar que el tren es utilizado por miles de pasajeros, su gestión es una actividad desconocida. En el presente artículo se describen someramente las operaciones del servicio de viajeros: la planificación de un tren en una línea, las relaciones de las empresas propietarias de los trenes con las administradoras de las infraestructuras ferroviarias, la revisión y el mantenimiento de los vehículos en los talleres y el seguimiento de las incidencias del tren en tiempo real con sistemas de información geográfica. Los siguientes párrafos explican la complejidad del quehacer diario relacionado con los trenes y se enumeran algunas aplicaciones técnicas que facilitan las tareas del servicio.
Las empresas de servicios se conocen como operadoras. Las operaciones consisten en el conjunto de tareas organizadas en un proceso que desarrolla la producción del negocio: el servicio ferroviario. Las operadoras ferroviarias son las que disponen de los trenes para ofertar los servicios de transporte interurbano de viajeros y mercancías sobre la infraestructura administrada por otra entidad. Las estrategias comerciales de las operadoras están orientadas a obtener el máximo beneficio, no sólo económico sino también social, con el mayor rendimiento de la actividad.
Las actividades de una operadora ferroviaria, de una forma simplificada, se articulan en los siguientes tres ejes fundamentales que se muestran en la Figura 1:
En el esquema, la Gestión de la Explotación corresponde a una administradora de infraestructuras como ADIF.
Dependiendo de las características de la operadora, como son su tamaño, el ámbito territorial o tipo de transporte, estas actividades tendrán sus particularidades. Por ejemplo, Renfe Operadora divide el negocio según la infraestructura, la extensión y la demarcación como: Alta Velocidad, Larga, Media Distancia y Cercanías. COMSA Rail Transport se dedica al transporte de mercancías por corredores concretos de ADIF, y FEVE gestiona sus trenes y líneas, actualmente en proceso de integración con Renfe y ADIF.
El trasporte de viajeros está condicionado por la forma en la que cubre las necesidades de este servicio:
El paradigma de modelo masivo es el metropolitano. A diferencia del servicio de Cercanías, el Metro es más fácil de gestionar porque suele estar en un entorno cerrado y exclusivo mientras que el servicio de Cercanías tiene un trazado exterior, expuesto a inclemencias meteorológicas o con tramos de líneas compartidos por otros trenes. Algo similar ocurre con los tranvías, abocados a circular entre el tráfico ajetreado de la ciudad.
En este modelo el viajero valorará el servicio según los minutos que espere hasta la llegada del próximo tren, dentro del intervalo de circulación de los trenes. Las frecuencias de paso se adecuan, según la demanda, en las franjas horarias diarias y semanales. Las Figuras 2 y 3 muestran servicios regidos por el tiempo de espera.
La organización de la operadora, la planificación de los servicios y la gestión de los recursos están supeditadas a cada modelo de transporte.
La operación es un proceso de cuatro fases principales: Planificación, Programación, Seguimiento y Resultado. La Figura 2 muestra las fases de la operadora (recuadros amarillos), del administrador de infraestructuras (en azul) y los elementos de las vías o los sistemas embarcados en los trenes (en blanco). Las flechas representan las relaciones mutuas. En cada fase se busca la optimización de las actividades desde criterios técnicos y económicos.
Cuando se conoce la necesidad de ofrecer un servicio, la primera fase es su diseño y planificación a largo plazo. Se realiza el estudio de viabilidad económica y la disponibilidad y previsión de los recursos materiales y humanos. Los vehículos se seleccionan para que sean compatibles con las características de la vía (ancho de vía, electrificación, señalización, etc.) y las estaciones del itinerario. Preveer el consumo energético, el coste de los cánones, las plazas de viajeros y las ofertas, entre otros aspectos, forma parte de esta fase.
Las aplicaciones informáticas para la planificación utilizan la información del estado de la red ferroviaria y las características técnicas de los vehículos. Funcionan off-line; es decir, estos datos están actualizados pero no necesariamente en tiempo real (near real time). En la Figura 3 se esquematiza el uso de una base de datos durante esta fase.
Las marchas y los trenes
La primera tarea es el diseño de la marcha del tren en la línea, dividida en tramos, desde el origen hasta el destino a través de estaciones y puntos intermedios. Las estaciones pueden ser de paradas comerciales –subida y bajada de pasajeros– o técnicas. La marcha se muestra como un listado de las estaciones y referencias (puntos kilométricos) con la distancia y el tiempo de paso por cada uno con respecto al origen (indirectamente indica la velocidad del tren). La marcha se crea teniendo en cuenta las características de la infraestructura de la línea:
Inicialmente la marcha se calcula para una serie o composición concreta y se denomina marcha tipo. La marcha ideal será la que invierta el menor tiempo, es decir, la que haga que se consiga la velocidad máxima en cada tramo dentro de los márgenes de seguridad y de comodidad del viajero. Cualquier cambio crea una marcha tipo distinta que también se tendrá en cuenta en la planificación del nuevo servicio. El resultado de la circulación del tren cuando la realice en el futuro será la marcha real de dicho tipo de tren. La Figura 5 es un ejemplo de marcha de la Serie 103 de la línea de Alta Velocidad, desde Madrid a Barcelona, con las estaciones, los kilómetros y los horarios de llegada y salida de cada una de ellas.
Cuando a la marcha se le asigna una fecha y un horario entonces se habla de marcha de tren propiamente dicha. Cada marcha de tren se identifica con un código de servicio2 que lleva implícita toda su información.
Gráfico de Mallas, visualización de los recorridos
La marcha se visualiza con un diagrama denominado mallas o gráfico de tren. En las ordenadas se colocan las estaciones separadas proporcionalmente y en las abscisas el tiempo. La marcha es la diagonal que une las estaciones. Al gráfico diario de la línea se añaden otros trenes. La Figura 6 muestra una malla de la línea de AVE Madrid-Barcelona, con mayor densidad de trenes en las primeras horas de la mañana.
Gestión y actividades de mantenimiento
La operación de los servicios debe tener en cuenta intervenciones periódicas de revisión y mantenimiento de cada vehículo para cumplir con las máximas condiciones de seguridad. Las actuaciones de mantenimiento pueden ser con fines predictivos, correctivos o preventivos. Los propietarios de los vehículos son los responsables de cumplir el Plan de Mantenimiento y conseguir la autorización de ADIF para circular3. El Plan de Mantenimiento está recogido en un documento que suministran los fabricantes. En él se describen y detallan las intervenciones y actuaciones y la frecuencia en que se deben realizar. Las intervenciones se programan por kilómetros (distancia) o por días (tiempo) y, debido a que se repiten periódicamente, se denominan "ciclos de mantenimiento". Desde el punto de vista de los fabricantes de los vehículos, éstos cierran el círculo tecnológico: diseño, desarrollo, mantenimiento, corrección y el ciclo de vida de los productos.
Las operadoras tienen contratos con centros de mantenimiento (o talleres) especializados y dedicados a series y modelos de los diversos fabricantes. Las actuaciones se clasifican por niveles: pueden ser sencillas con estancias breves o complejas de mayor duración; por lo tanto la periodicidad de los ciclos puede que no sea constante.
La operación de los servicios de viajeros se interrelaciona con la gestión propia de los servicios de mantenimiento. La planificación debe tener en cuenta los tipos de ciclos y la localización de los talleres adecuados para cada tren. Por lo tanto, los kilómetros recorridos o los días de servicio, servirán para preveer las fechas en que los trenes deban efectuar cada ciclo de mantenimiento.
Figura 6. Ejemplo de malla del AVE Madrid Barcelona en ambos sentidos. Cada trazo se identifica con el número del código de servicio
El operador verifica la viabilidad de su proyecto y optimiza los horarios según los requisitos comerciales, las restricciones de tráfico u otros criterios. Para ello puede recurrir a programas informáticos obteniendo una planificación optimizada.
El servicio planificado se comunica a ADIF para que autorice los surcos. El surco es "la disposición de la infraestructura necesaria para que el tren pueda circular en un periodo de tiempo determinado" o, lo que es lo mismo, que el suministro eléctrico sea suficiente, los sistemas de señalización de vía sean compatibles con los embarcados, la velocidad del tren sea la adecuada, la señalización y los desvíos sean los convenientes, etc. ADIF analiza la viabilidad técnica del surco y la elección del itinerario.
Por otro lado ADIF diseña su propio plan de explotación, establece la capacidad de la infraestructura, es decir, programa las franjas horarias solicitadas para cada tramo de la red e impone tasas diferentes según la demanda (franjas horarias, días, excepciones, etc). También organiza las labores de mantenimiento de las líneas y estaciones. ADIF devuelve la marcha modificada si hubiese cambios en la planificación debidos a obras, averías, desvíos, etc. La operadora corrige las futuras planificaciones y, si fuese necesario, publica las alteraciones del itinerario para información de los viajeros.
La fase de planificación ha ordenado en el tiempo las actividades: servicios de viajeros, labores de mantenimiento, maniobras, reubicación de vehículos, etc., pero será la programación la que fijará una fecha y una hora concreta para cada una.
Asignación de los recursos al servicio
La programación real de cada servicio planificado comienza una o dos semanas antes de la fecha. La programación maneja los datos reales de los trenes y del personal, conoce la situación operativa de los vehículos, su localización en apartaderos, las intervenciones pendientes de mantenimiento y las plazas de viajeros vendidas, reservadas o disponibles. Las aplicaciones de programación funcionan on-line, es decir, están conectadas a sistemas que proporcionan esta información en tiempo real. En esta fase (ver Figura 2) se asignan los recursos reales a los servicios, identificando cada tren con su matrícula4 y el conductor con nombres y apellidos. La elección depende de la ubicación y disponibilidad, optimizando los movimientos de los trenes y el desplazamiento del personal.
Planes de Mantenimiento y Ciclos de Revisiones
La asignación de trenes tiene en cuenta el margen, kilómetros o días, que pueden circular los vehículos hasta su próxima revisión. Es necesario administrar los recorridos y cotejar la distancia desde su localización a los talleres con los kilómetros disponibles para trasladarse a éstos sin que se exceda el límite máximo de la revisión. Si esto ocurre, el propietario cometerá una infracción y los Inspectores de Seguridad pueden enviar el vehículo a los talleres o prohibir su circulación.
Gestión de los vehículos y su mantenimiento
El inicio de cada ciclo de mantenimiento ocurre con una cantidad concreta de kilómetros, pero se permite un margen. Esto significa que los vehículos pueden entrar en el taller entre el límite "mínimo" o "máximo" de cada tipo de ciclo. La permanencia en los talleres puede ser desde unas pocas horas a varios días. Con el fin de optimizar los recursos, cuando un vehículo sale renovado del taller puede sustituir a otro que entre. Es necesaria una coordinación precisa para que se cumplan los servicios, los planes de mantenimiento y la estancia en los talleres; jugar con los márgenes del ciclo mínimo y máximo facilita la asignación de recursos a los servicios.
Los diagramas de Gantt muestran las actividades encadenadas y ordenadas en el tiempo. En el eje ordenadas se distribuyen los trenes y en las abscisas las horas. Las actividades se diferencian mediante barras coloreadas: servicios con viajeros, maniobras, traslados a talleres, intervenciones, posicionamiento, etc. En los extremos de las barras se indica el origen y el destino para conocer su situación y los kilómetros recorridos. La Figura 7 muestra un ejemplo de diagrama de Gantt.
Las actividades del personal ferroviario aparecen en otro diagrama similar con sus horas laborables, descansos, vacaciones, rotaciones, desplazamientos y los servicios a los que deben asistir.
La tercera fase realiza un seguimiento de los trenes con aplicaciones on-line y la verificación constante de cada marcha de tren real con la programada.
Los Puestos de Mando de ADIF, a través de los centros Control de Tráfico Centralizado, CTC, habilitan los enclavamientos, las bifurcaciones y las señalizaciones para que los trenes circulen sin obstáculos cumpliendo la marcha y el itinerario según las circunstancias del momento (obras en la vía, inclemencias meteorológicas, etc).
Apertura y cierre de operación
El servicio se inicia con la "apertura de la operación o del servicio". Para que los trenes puedan circular deben cumplimentar la serie de documentos obligatorios indicados en Reglamento General de Circulación así como en las Normas, las Prescripciones Técnicas, Avisos u otros escritos.
La información básica de este documento de tren incluye:
El viaje se inicia cuando se verifica que lo escrito corresponde con la realidad del tren.
Seguimiento y visualización de la marcha
En las aplicaciones en tiempo real se puede visualizar gráficamente la evolución de la marcha y contrastar con la marcha programada. El tren lleva una "circulación regular" cuando las gráficas se superponen y un retraso o adelanto cuando las líneas se separan, como se aprecia en la Figura 8.
Herramientas de visualización SIG
El Sistema de Información Geográfica, SIG, (Geographic Information System, GIS) representa a los trenes sobre un mapa y lo muestra en una pantalla (videowall). Las tecnologías SIG permiten conectar, intercambiar y gestionar información de diferentes bases de datos a través de las coordenadas geográficas. La Figura 9 muestra las diversas funciones a través de SIG.
El mapa del SIG se crea con fotos aéreas georreferenciadas del trazado ferroviario. Posteriormente se asocia a estas referencias la información de la vía y las estaciones. Las bases de datos, Figura 10, que acompañan al sistema son:
La marcha real y la posición geográfica de los vehículos se obtienen con los sistemas de comunicación en las vías y los localizadores GPS embarcados. Los datos de los servicios están asociados a cada tren representado en la pantalla; con un clic de ratón se accede a toda la información como el personal, los pasajeros, la eficiencia de los vehículos, etc.
Gestión del mantenimiento
Los talleres se consultan a lo largo del día para comprobar el estado de los vehículos y verificar su disponibilidad, así como cuantos pueden salir o entrar a cumplir su ciclo. Cada intervención se documenta y acredita como exigen las normativas para que los vehículos puedan circular. Evidentemente, la gestión de mantenimiento se complica cuando ocurren averías imprevistas o cuando los talleres, por diversas circunstancias, no pueden atender la demanda de vehículos.
Gestión de las Incidencias
Una incidencia es todo evento que perturbe el desarrollo normal de un servicio. La gestión de las incidencias debe distinguir la gravedad o criticidad de la situación y resolverla. ADIF y los operadores tienen la obligación de restablecer el tráfico normal lo antes posible.
Las incidencias se pueden clasificar según diversos criterios que ayudan a precisar sus causas, describir la situación y preveer las soluciones. Algunos criterios de clasificación son, por ejemplo:
Cada incidencia se registra con datos importantes como el punto kilométrico, la estación, hora y fecha, matrícula del tren y el código de servicio. En el ámbito comercial y productivo se tiene en cuenta el retraso, el número de pasajeros afectados, los autobuses suplentes, indemnizaciones, etc. En el ámbito de mantenimiento se acuerda el taller que recoge el vehículo afectado, la hora de entrada al taller, la descripción detallada para que comience la reparación, etc. También se iniciarán los procedimientos administrativos o jurídicos para establecer las responsabilidades y las compensaciones oportunas si fuesen aplicables.
Gestión de los servicios especiales y no programados
Se definen servicios especiales aquellos que no están programados y surgen para resolver una incidencia, como enviar un tren que sustituya a otro averiado. Implica localizar los recursos disponibles, crear la nueva malla y asignar los vehículos y el personal dando respuesta en el menor tiempo posible.
Esta fase analiza los resultados de la operación para ajustar y corregir las irregularidades del servicio.
Los sistemas informáticos permiten disponer de los resultados de la operación cuando finaliza el servicio. Desde el punto de vista operativo es importante el análisis cualitativo que permita evaluar la gestión realizada. El análisis cuantitativo se realiza según un modelo que ayude a decidir los cambios en la gestión para reducir los costes y mejorar la producción. El modelo debe seleccionar qué información y qué datos son relevantes y cómo deben organizarse y exponerse para extraer las conclusiones certeras. Cada empresa tiene su modelo analítico y a partir de él toma las decisiones estratégicas a las cuales orientar sus objetivos. La consecución de las metas dependerá de la adecuación del modelo. La información se descompone para tener resultados con distinto nivel de detalle desde extensos ámbitos geográficos hasta individualizadas líneas y trenes; está constituida por estudios comparativos y estadísticos de marchas, puntualidad, permanencia en talleres, averías frecuentes, etc.
Aplicaciones informáticas
www.goalsystems.comLas operaciones ferroviarias son más fáciles de realizar automáticamente que en otros medios de transporte porque los vehículos son guiados por una vía. La incorporación de mejores aplicaciones y herramientas informáticas son clave para la rentabilidad del servicio ya que permiten reducir los costes al obtener el mejor provecho de las relaciones entre los vehículos, las estaciones y la infraestructura. La liberalización del mercado a otras operadoras, la creación de nuevas líneas de alta velocidad, el desarrollo del trasporte de mercancías así como la combinación con enlaces aéreos y marítimos son los escenarios para nuevos desarrollos.
Las nuevas plataformas informáticas y servidores están facilitando la unificación de aplicaciones en las empresas del sector, pero también es una tarea prioritaria conseguir la estandarización de la información, teniendo en cuenta que en la explotación del negocio participan otras empresas. La correcta gestión de esta información es imprescindible para la organización futura del negocio de las operadoras.
En los próximos años destacarán las siguientes tendencias:
Los sistemas de transporte ferroviario deben desarrollar una arquitectura de tecnologías de la información que cruce todos los procesos de negocio del ferrocarril en un contexto de múltiples socios y esta "operación" de sinergias está pendiente de planificar, optimizar y programar.
Conocidas las operaciones del servicio, el principal objetivo es lograr la optimización de las tareas y funciones del mismo en un entorno con múltiples empresas y operadoras. Todo un reto agravado por el entorno de recesión económica, aunque tal vez esta circunstancia sea favorable para conseguir unas soluciones más reflexionadas y consensuadas entre los agentes implicados: gobiernos, empresas, trabajadores y usuarios.
(1) Composición es el agrupamiento de unidades móviles para formar una rama de tren. Ésta es la parte motriz y los coches, ya sean independientes o unidos.
(2) Las empresas imponen diversos códigos alfanuméricos a los trenes para diferentes fines: circulación por las líneas, actividades comercial, etc.
(3) Otros procedimientos no mencionados corresponden a la homologación y validación del material rodante para que pueda circular.
(4) La matrícula de un tren consta de varias cifras, las primeras corresponden a la serie y las últimas a la identificación unitaria.