Nuestro profesor José Gómez Caffarena, S. J., (1925-2013), falleció el 5 de febrero del presente 2013, el mismo día de su 88 cumpleaños, y 18 días antes de la celebración de la reunión anual de nuestra promoción de 1963.
Había formado parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Fe y Secularidad de la Universidad Pontificia de Comillas.
Formado en Heythrop y Roma, entre sus obras destacan los "Cursos de Metafísica fundamental. Metafísica trascendental y Filosofía de la Religión" (1969-1973) y sus lecciones a universitarios "Hacia el verdadero cristianismo" (1966), "La audacia de creer" (1969), "¿Cristianos hoy?" (1971) y "La entraña humanista del cristianismo" (1984), aunque posiblemente su obra cumbre sea "El enigma y el misterio" (2007).
Además de su faceta como autor, en lo humano fue amigo de todos y comprometido con los más necesitados, poniendo su fe y religiosidad por encima de cualquier otra cosa. Comprensivo con las diferentes posturas siempre encontraba algo positivo, y así se lo hacía ver, a aquellos que opinaban de forma contraria a sus ideas.
Nos ha parecido fundamental publicar en Anales un pequeño resumen del sentido homenaje, que hicimos en su memoria el pasado 23 de febrero, en la celebración de la misa, primer acto de nuestra tradicional reunión anual, a través de las palabras de un compañero, José Manuel Retenaga, en representación de los componentes de la misma. La emoción embargó a todos los asistentes con el contenido del escrito, incluido a continuación, leído por su autor en la eucaristía.
"Creo que fue en segundo curso cuando la mayoría de nosotros, si no todos, conocimos a Caffarena como profesor de Religión y fue en cuarto cuando nos despedimos de él con unos ejercicios espirituales a los que asistimos la práctica totalidad de la promoción. Afirmo que Caffarena ha sido muy importante para mí. Uno de sus pensamientos, que me caló muy hondo y que me ha seguido rondando en la cabeza durante toda la vida, proponía que había que optar o bien por la nada, es decir, el absurdo, o bien por el infinito, es decir, el Misterio. Ninguna de las dos alternativas daba seguridad, la duda permanecería siempre; pero la elección no se podía rehuir.
Después me enseñó a ver a Dios como Amor, despojándolo de todos los caracteres superfluos e intransigentes con los que me lo habían presentado durante mis años de Colegio y me descubrió que Dios no se rige por el principio de la retribución a nuestros actos, sino por su amor gratuito, incondicional y para todos sin excepción. Esto puede parecer obvio hoy, pero hablo de cincuenta y tantos años atrás.
Consecuencia de aquel curso fue su libro "Hacia el verdadero Cristianismo". Más de uno de nosotros le urgió a que lo escribiera y así lo declara él mismo en la Introducción: "De hecho, el libro ha surgido de una serie de cursos de Religión tenidos ante todo en el I. C. A. I".
Aunque la trayectoria más conocida de Caffarena haya sido por los caminos racionales de la filosofía y la metafísica, como teólogo y cristiano tenía la gran dosis de no-racionalidad imprescindible para no convertir las creencias en dogmas. También creo que en su gran corazón había mucho amor que no le permitía condenar a nadie y sí acoger a todos, porque todos tenían aspectos buenos que él sabía encontrar y valorar.
Su último libro "El Enigma y el Misterio" (2007), del que he trabajado recientemente el capítulo 9 "El Cosmos, creación de Dios", me ha ratificado la grandeza y profundidad del pensamiento de Caffarena. Este libro concluye con el reconocimiento de que la condición humana está sujeta a mucho dolor y a mucha incertidumbre. Pero hay, ulteriormente, otra constatación: ¡no es esa la última palabra! La opción de Caffarena ante la terrible disyuntiva de la nada o el misterio está claramente expresada en esas frases.
La amistad, como el amor, tiene una gran componente emocional o sentimental, más profunda que los aspectos racionales. Permitidme que manifieste mi emoción por un amigo y como breve recuerdo a su memoria os lea el poema, quizás una oración (que algunos conoceréis), de una carmelita francesa ya que, desde mi punto de vista, nuestro profesor suscribiría la ingenuidad, belleza y hondura de estos pensamientos".
En la comida posterior a la misa José Manuel Retenaga, sentado en el centro y autor del impresionante texto sobre el Padre Caffarena, rodeado por cinco compañeros de la promoción de 1963.
José Manuel Retenaga
El contenido, impresionante y profundo, del texto preparado por José Manuel Retenaga refleja con claridad nítida el privilegio que ha representado para nuestra promoción haber sido sus alumnos. El corazón del escrito condensa la frase llena de profundidad y trascendencia, que resulta imprescindible asumir "Hay una decisión ineludible en la vida que no se puede ignorar: la elección entre la nada, que es el absurdo, y el infinito, que es el misterio."
Siempre mantendremos en nuestra memoria el recuerdo de nuestro inolvidable profesor el Padre Caffarena.
Fernando Alonso
En nombre de la Promoción de 1963