Queremos compartir con todos los lectores de "Anales" las experiencias vividas por nuestros compañeros de la Promoción de 1961, en la celebración de su 50 aniversario como Ingenieros del ICAI. Para conmemorarlo organizaron un viaje a La Granja y Segovia, que tuvo lugar los días 18 y 19 de octubre.
El pasado 17 de octubre se celebró el 50 aniversario de terminación de la carrera de los Ingenieros de la ETSI de ICAI que acabaron sus estudios en 1961. En esa promoción, la más numerosa hasta esa fecha, figuran 39 alumnos de los cuales perviven 30.
Los actos organizados por la Asociación de Ingenieros del ICAI dieron comienzo celebrando una Eucaristía a la que asistieron, entre muchas personas, 25 compañeros de la promoción, algunos de los cuales no habían vuelto a su Escuela desde hace medio siglo. La emoción del reencuentro después de tanto tiempo se podía reconocer en los rostros, aunque los nombres de algunos de esos rostros no fueran identificables a primera vista. Los abrazos, las preguntas, las admiraciones, la presentación de las mujeres que acompañaban y las ganas de conversar fueron cortados por el seguimiento puntual del programa que se celebró a continuación en el Aula Magna de la Universidad.
Entre los actos a celebrar figuraba la entrega de reconocimientos en homenaje a los Ingenieros por sus 50 años de profesión (diploma e insignia) y la respuesta de agradecimiento del representante de la promoción, Adolfo García Rodríguez, Premio Javier Benjumea en 2007, y persona emblemática entre sus compañeros por su trayectoria profesional, su carisma y su bonhomía.
Sus palabras recogían los contrastes a lo largo de medio siglo con grandes transformaciones habidas en España en la vida profesional, en la sociedad, en la economía, en el desarrollo tecnológico, en el mundo empresarial y social, etc., y las dificultades y los esfuerzos que hicieron los ingenieros de 1961 para superarlas y llegar a fecha de hoy "con los deberes hechos". Mencionando el "Espíritu del ICAI" como algo impreso en la esencia de la promoción, como valor que ha dirigido la actuación de tantos compañeros, y su ejemplo, que se extiende hoy en otras partes de la sociedad económica, técnica y empresarial española. Y concluyó recordando y agradeciendo la formación recibida a la Escuela, a los profesores, la mayoría fallecidos, y a la Universidad y a tantas personas que influyeron en la formación de la promoción.
Terminado el programa se continuó la reunión con los compañeros en la cafetería de la Universidad; 10 venían de provincias y 15 residen en Madrid y alrededores, y allí se sucedieron encuentros y conversaciones, entre abrazos, recuerdos y anécdotas, sin olvidar el jamón que desaparecía de la vista si se hablaba demasiado.
Al día siguiente, temprano, se visitó la ETSI del ICAI donde la promoción, acompañada por el Secretario General de la Asociación D. Juan Zaforas, fue recibida por su Director D. Mariano Ventosa, Subdirector: D. Antonio Muñoz y la Directora de de la Oficina de Antiguos Alumnos, Dña. Carmen Jiménez. En el Salón de Actos, en una breve ceremonia, se impusieron, con gran sorpresa de los presentes, las becas blancas y amarillas en recuerdo de los 50 años de profesión. El Director explicó los cambios realizados en el edificio y que lo han transformado en la nueva Escuela, para lo cual se han reubicado los talleres y laboratorios antiguos añadiendo las aulas e instalaciones complementarias. Seguidamente se realizó una visita en la que todos quedaron sorprendidos por el cambio experimentado y observavan con nostalgia los viejos instrumentos y máquinas, que tantas veces había tenido entre sus manos, y que ahora se exhibían en ordenadas vitrinas. También se pudieron comprobar los modernos equipos, maquinaría y laboratorios que emplean los alumnos actuales para su formación y que algunos miraban con envidia.
A mediodía, 20 compañeros y acompañantes iniciaron un viaje en autobús con destino al Real Sitio de la Granja de San Ildefonso. Durante la hora y media de viaje siguieron las conversaciones y los recuerdos, iniciándose la fragua de futuras amistades apoyadas por la empatía de las mujeres de la promoción y la memoria de los ingenieros del tiempo que pasaron juntos en sus años de estudio y convivencia.
En La Granja la primera visita fue a la Real Fábrica de Cristales. Allí esperaban otros viajeros de la promoción que habían llegado por sus medios, y todos juntos disfrutaron de una detallada explicación que ofreció una guía experimentada y observaron con atención y curiosidad los edificios y naves, y los procesos, equipos y maquinarias que componen la actual exposición de la parte industrial. Bajo la cúpula-chimenea que cubría los hornos principales de la nave la guía explicó la división de la exposición en dos zonas que se complementan mutuamente: la técnica y la artística.
Se atendió a la explicación de las diversas tecnologías de la fabricación del vidrio, las materias primas del vidrio y sus desechos, la fundición y posterior enfriamiento para evitar la formación de material cristalino, el empleo y agostamiento de la sosa, la trituración de la barrilla y otros procesos. La atención de los visitantes se fijo también en los hornos y los crisoles, las fosas y las piqueras o bocas, los hornos circulares que se colocaban bajo la bóveda semiesférica que facilita la reverberación del calor repartiéndolo por igual entre todos los crisoles. También se enseñó el recocido del vidrio, las cámaras o arcas, su control, la construcción de vidrio plano, el vidrio hueco, el soplado a boca con caña, y el soplado en molde, mostrando muestras de diferentes moldes y asistiendo en vivo a una demostración práctica realizada por los alumnos de la Escuela del vidrio. La visita terminó con un recorrido por la colección de piezas de vidrio y cristal hueco del siglo XVIII y posteriores, que causaron admiración y gran interés.
Seguidamente, el grupo procedió al registro y alojamiento en el Parador del Real Sitio y compartió un almuerzo para celebrar el aniversario. Con gran satisfacción de los comensales y animados por los comentarios, recuerdos, y cotilleos transcurrió el tiempo, muy prolongado por el ambiente cordial que se observaba en cada una de las grandes mesas, con los imprescindibles cambios de asiento para tratar de charlar con la mayoría de los presentes.
Para aprovechar el buen tiempo y la tarde soleada, se realizó un paseo hasta los Jardines del Palacio, en donde se pudo contemplar la belleza de los mismos continuando el diálogo entre fotos y videos. Fue tanta la abstracción de Esperanza y JJ Pociello, realizando espectaculares fotografías, que se quedaron encerrados en los Jardines hasta que la vigilancia dio con ellos. La prueba está en el magnífico reportaje del evento en DVD que el matrimonio ha realizado y obsequiado a cada componente de la promoción.
Al día siguiente se visitó el Real Palacio. En dos horas se pudieron recorrer las dependencias y admirar su contenido con la ayuda de una guía experta y veterana. Los fabulosos tapices flamencos, los salones, salas y aposentos de los primeros Reyes Borbones y su colección de cuadros, muebles, lacas, espejos en la primera planta, y las salas que configuran la planta baja con las decoraciones y adornos y alegorías pintadas en sus bóvedas y los suelos y paramentos de mármol, fueron pasando durante la visita ante los ojos curiosos y asombrados de todo el grupo. Las vistas de los jardines desde el interior del Palacio eran admiradas por la armonía y belleza que apuntaban en el incipiente tiempo otoñal.
Hubo también tiempo para visitar la Real Colegiata y de nuevo los jardines, realizando cientos de fotografías que fijarán el recuerdo de esa visita tan provechosa.
En un corto viaje con destino Segovia se pasó por delante del emplazamiento del antiguo Campamento de las Milicias Universitarias de "El Robledo". Cuántos recuerdos, anécdotas, experiencias, tuvieron allí muchos de los compañeros. Por la memoria pasaban los entrenamientos, las guardias, las maniobras y las tiendas de campaña e instalaciones de los Regimientos de Infantería e Ingenieros y las Baterías de Artilleros, en las que tantas amistades se hicieron entre universitarios, identificados por los cordones multicolores que distinguían cada Escuela y Facultad. Hoy la especulación inmobiliaria ha llenado de pisos y chalets toda la zona. "El llano amarillo" sólo está en el recuerdo.
Cuando se llega a Segovia, por muchas veces que se haya visitado, uno se queda impresionado por ese acueducto que une la ciudad. Hubo tiempo antes del almuerzo para contemplar esa ingeniería milenaria, fotografiar su belleza y caminar por las calles medievales que suben hasta la Plaza Mayor.
En el Restaurante José María, la Asociación ofreció a la promoción un suculento almuerzo, al estilo típico segoviano, consistente en una entrada de ensalada de corderito escabechado, croquetas caseras de jamón y espárragos verdes a la plancha, sendos platos de degustación de judiones del Real Sitio con todo su acompañamiento y cochinillo asado, seguido de deliciosos postres, café, y licores. Hubo sorpresa añadida, pues el vino presentado en las mesas era de la bodega Montalvo-Wilmot y Alejandro Montalvo observó como se ofrecían a cada uno de los comensales sendas botellas de la bodega que con tanto cariño ha creado y mantiene en su finca de Argamasilla de Alba.
Con una visita a la ciudad y sus principales monumentos se terminó esta celebración, con el deseo unánime de volver a repetir encuentros similares dentro de poco tiempo, pues son muchos los lazos que han vuelto a unir a los compañeros que desean experimentar juntos nuevas vivencias.