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Arantxa Iparraguirre Klonaris, Cónsul Honorario de España en las Bahamas

En esta interesante entrevista, Arantxa Iparraguirre (ICAI 2001) realiza un recorrido por su experiencia profesional y personal en las Bahamas, donde ha sido nombrada, en 2013, Cónsul Honorario de España.

¿Cuál fue tu motivación principal para estudiar ingeniería? ¿Por qué elegiste ICAI?

Los Ingenieros del ICAI tienen un perfil más orientado hacia la Economía que no se da en otras ingenierías, siendo, además, una carrera generalista que es algo fundamental de cara al desarrollo profesional. Por ejemplo, en mi empresa actual, somos seis ingenieros y yo soy la responsable de analizar económicamente los proyectos.

¿Puedes contarnos cuál ha sido tu experiencia profesional desde que terminaste ICAI en el año 2001 y cómo llegaste a Bahamas?

Llegué aquí en el año 2002 con la ingeniería en la que estaba trabajando la cual, a través de licitación internacional, firmó un contrato con Siemens para la instalación de subestaciones eléctricas y líneas de alta tensión para la BEC, Compañía Eléctrica del Gobierno de Bahamas. En mi promoción de ICAI muchos compañeros comenzaron a trabajar en el extranjero y, con apenas seis meses de experiencia laboral, me pusieron a trabajar en el proyecto del nuevo sistema eléctrico de Bahamas, lo que supuso constantes viajes a Europa (Londres, Irlanda, Francia, Alemania)… Con sólo 22 años me encontré dirigiendo el diseño de la línea, supervisando las compras internacionales de material… creo que todo esto ocurrió porque, en aquella época, no había demasiados titulados con un muy buen dominio del idioma y a los que lo teníamos, nos ubicaban en puestos de mayor responsabilidad. Hasta el año 2004 estuve desarrollando el proyecto en Bahamas, con la excepción de tres meses que estuve en Irlanda. En ese tiempo conocí al que hoy es mi marido y al finalizar el contrato con Siemens, me casé y me quedé a vivir aquí. En el año 2007 monté, junto con un compañero de trabajo que es diseñador industrial, una empresa de diseño y suministro de muebles de cocina para la edificación. El nombre de la empresa es Master Cabinets (http://www.master-cabinets.com) en la que continuo trabajando actualmente a la vez que sigo con la dirección de proyectos de edificación para una constructora local.

"En Bahamas hay en la actualidad 110 residentes españoles, incluyendo niños, y mi trabajo consiste, fundamentalmente, en actuar como enlace entre la Embajada Española, que está en Jamaica, y el Gobierno de Bahamas, ya que aquí nuestro país no tiene Embajada residente"

¿Nos puedes explicar cómo fue el proceso de tu nombramiento como Cónsul Honorario de España en Bahamas?

En el año 2012, el que fue Cónsul Honorario de España durante 24 años y antiguo Presidente de la planta de producción de Bacardi en Bahamas, me preguntó si me interesaba ocupar su puesto. El tenía intención de cambiar su residencia y buscaban una persona profesional, con experiencia internacional, que hubiese residido en diferentes países, de nacionalidad española, que hablase un inglés perfecto y conocedora de la política del país. Este último requisito lo cumplía, no solo por llevar casi doce años en el país, sino porque mi marido, notario de profesión, forma parte de la tercera generación de su familia de origen griego que reside en la isla y es Cónsul Honorario de Finlandia desde el año 2007. Después de entrevistarme en la Embajada Española en Kingston y con el Gobierno de Bahamas, se aprobó mi nombramiento en marzo de 2013.

¿En qué consiste tu trabajo como Cónsul Honorario?

En Bahamas hay, en la actualidad, 110 residentes españoles incluyendo niños y mi trabajo consiste, fundamentalmente, en actuar como enlace entre la Embajada Española, que está en Jamaica, y el Gobierno de Bahamas, ya que aquí nuestro país no tiene Embajada residente. Como cónsul tengo que atender a cualquier español que tenga una necesidad política o profesional. Recibo bastantes consultas de españoles que me piden información sobre oportunidades para residir en Bahamas, dado su carácter de paraíso fiscal, con más de 200 entidades bancarias. También, a nivel gubernamental acompaño a la Embajadora a los actos oficiales y facilito información a los residentes de Bahamas que quieren viajar a España. No es un cargo remunerado y recibo, de media, cuatro o cinco consultas a la semana. El Gobierno de España tiene una estrecha relación con el Gobierno de Bahamas desde hace muchos años y da apoyo a la firma de contratos de empresas españolas como, por ejemplo, el contrato que firmó Indra en 2013 para el suministro e instalación de radares para el aeropuerto. También atiendo muchas consultas relacionadas con el mundo de la industria: empresas que se dedican a la fabricación de celulosa, otras que quieren realizar join ventures con empresas locales… Debido a la localización de Bahamas dentro de la región del Caribe, se promociona mucho el aprendizaje del español como segundo idioma. Hay que tener en cuenta que la primera fuente de ingresos de Bahamas es el turismo y mucho de él procede de Sudamérica. También, como cónsul honoraria he tenido que resolver incidentes (afortunadamente muy pocos) en los que se han visto afectados ciudadanos españoles con problemas de visados.

En un país tan diferente al nuestro como Bahamas, ¿te has encontrado con alguna dificultad en tu vida cotidiana?

"Vivimos en una zona donde el 80% de las personas proviene de otros países con lo cual tienes contacto con gente de prácticamente todas las nacionalidades. Se aprende muchísimo y los sueldos son también más altos"

Lo cierto es que aquí existen carencias importantes. Por ejemplo, en la Sanidad Pública comparada con España. Cuando di a luz, tuve que organizar al equipo médico que me iba a asistir en el parto. Para ir a la compra hay que ser también bastante ingenioso, aunque la oferta de alimentos ha mejorado mucho en los últimos cinco años. Ahora podemos encontrar comida orgánica y hasta han abierto un supermercado de la cadena "Freshmarket". Aquí no se fabrica nada y por eso los puertos y aeropuertos son fundamentales ya que los productos de primera necesidad se tienen que importar. Es un país de contrastes en el que vive gente retirada con grandes fortunas (sobre todo europeos), nativos de Bahamas que trabajan en negocios locales o servicios financieros, y también niños y jóvenes con un acceso tardío a la educación, especialmente en las zonas en las que residen inmigrantes. El Gobierno ofrece muy poca ayuda en estos casos pero se recibe mucho apoyo a través de fundaciones. En Bahamas no existen pensiones de jubilación gubernamentales y todo el mundo ahorra, al menos, lo que le costaría vivir durante un año.

¿El ritmo de trabajo es el mismo que en España?

Lo cierto es que si. El horario normal de trabajo es de 8:00h a 17:00 h, aunque aquí terminamos a esa hora. Cuando nacieron mis hijos tuve que reorganizarme para poder conciliar mi vida personal y profesional. Una característica especial de mi trabajo es que aquí los contratos de edificación son muy personalizados. Los clientes tienen en mente cosas muy concretas y no están tan preocupados por el coste. La mayoría de nuestros proyectos son residenciales pero son proyectos muy grandes. También tenemos proyecto de edificación de oficinas y de varios restaurantes.

¿Qué aspectos, tanto positivos como negativos, destacarías de tu vida en Bahamas?

Sin duda he ganado mucho en mi vida personal. El clima aquí es fantástico y para los niños es estupendo poder disfrutar de la naturaleza desde que nacen. No hay guarderías hasta los dos años y el colegio al que van mis hijos es un Colegio Internacional con un nivel educativo muy bueno y una gran demanda de alumnos para entrar. En este colegio tienen la posibilidad de estudiar hasta los 17 años pero la mayoría realizan sus estudios superiores en EE UU en donde empiezan en colegios internos a los 14 años de edad. Un aspecto muy positivo es la experiencia internacional que se adquiere viviendo aquí. Vivimos en una zona donde el 80% de las personas proviene de otros países con lo cual tienes contacto con gente de prácticamente todas las nacionalidades. Se aprende muchísimo. Los sueldos son también mucho más altos y aunque se trabaja con mucha intensidad, al estar todo muy cerca, se dispone de mucho más tiempo personal. Como aspecto negativo, o más bien diferente a España, destacaría la Sanidad y los Servicios públicos. Aquí todo es similar al funcionamiento norteamericano y a su filosofía.

Para finalizar, ¿qué mensaje querrías lanzar a los nuevos Ingenieros del ICAI?

Les animaría a aprovechar todas las oportunidades que tengan para trabajar en el extranjero. En mi opinión la experiencia que yo adquirí aquí en un año no podría haberla adquirido ni trabajando durante 10 años en una oficina.

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