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XVIII Premio Javier Benjumea

Se dio paso a continuación a las intervenciones correspondientes a la entrega del XVIII Premio Javier Benjumea que, tras ser fallado el pasado mes de septiembre, recayó en esta edición en D. Carlos Marcos Ramón, Consejero Delegado de Asea Brown Boveri (ABB).

En primer lugar, Román Escudero hizo referencia a la institución de este premio que, desde que fue creado, quiere rendir homenaje a los ingenieros del ICAI que destacan, con carácter público y notorio, en el ámbito del ejercicio de la profesión, nacional o internacionalmente, que hayan realizado actuaciones profesionales de incuestionable mérito y que supongan aportaciones notables al prestigio de la profesión y que hayan prestado servicios destacados a la profesión, a la Asociación, Colegio o a los Ingenieros del ICAI como colectivo social.

Después, Paloma Sevilla leyó el acta por el que se otorgaba el premio y María José Muñoz realizó una breve semblanza del galardonado.

Carlos Marcos Ramón (Premio Javier Benjumea).

Carlos Marcos Ramón se tituló en Ingeniería Industrial por la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI) y por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Durante ocho años impartió clases de Electrotecnia en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de ICAI.

En el año 1978 entró a formar parte de la plantilla de Brown Boveri, una de las dos compañías que posteriormente se fusionarían para dar lugar a ABB. Durante sus ocho primeros años en BBC se desarrolló como ingeniero de Proyectos de Sistemas para centrales de generación de energía. En este periodo obtuvo un MBA Executive International.

Tras la fusión entre Brown Boveri y Asea en 1988, fue nombrado director del área de negocio de Centrales de Generación Hidroeléctrica y Diesel. Posteriormente, en 1992, fue nombrado Consejero Delegado de ABB Subestaciones, ocupó la dirección del segmento de negocio de "Transporte y Distribución de Energía" y pasó a formar parte del Comité de Dirección de ABB en España.

En 2003 fue nombrado Country Manager de ABB en España y Consejero Delegado de Asea Brown Boveri, S.A. (que engloba, aparte de las actividades de ABB en España, las operaciones de ABB en Portugal) y, además, desde 2005 compatibiliza este cargo con el de Director de la división Power Systems para la región del Mediterráneo y actualmente es miembro del Club de Excelencia en Sostenibilidad.

Javier Benjumea Llorente, representante de la familia Benjumea, fue el encargado de entregarle la placa conmemorativa y el Premio, tras lo cual Carlos dirigió unas palabras, que transcribimos aquí, a todos los asistentes:

"Quisiera comenzar dando las gracias a los compañeros que, sin yo saber nada, me propusieron para esta distinción, así como a los miembros del jurado por considerarme merecedor de este decimoctavo Premio Javier Benjumea.

Gracias, también, al Colegio de Ingenieros y a la Asociación por convertir esta distinción en algo tan especial y relevante.

Traslado a Javier Benjumea mis sentimientos de respeto y admiración por la figura de su padre, a quien tuve ocasión de conocer personalmente.

Recibo el premio con una gran satisfacción, ya que significa el reconocimiento por el ICAI de una larga labor profesional.

"ICAI es la institución a la que debo en gran medida mi desarrollo, tanto profesional como personal. Es por tanto, un motivo de orgullo y un grandísimo honor estar hoy aquí"

ICAI, es la institución a la que debo en gran medida mi desarrollo, tanto profesional como personal. Es por tanto, un motivo de orgullo y un grandísimo honor estar hoy aquí.

Conseguirlo no hubiera sido posible sin la influencia y la ayuda de muchas personas e instituciones en mi vida, algunas de las cuales, aprovechando la oportunidad que me brinda esta tribuna, deseo mencionar en muestra de mi más sincero agradecimiento.

En primer lugar, dedico este premio a mis padres, ya fallecidos, a quienes les habría encantado estar aquí, en esta ceremonia de entrega. Ellos me inculcaron los valores fundamentales: el esfuerzo y afán de superación, la disciplina, la austeridad, la obsesión por las cosas bien hechas, la responsabilidad, el respeto y la honradez.

En segundo lugar… se lo dedico a esta Escuela.

Desde que ingresé en la escuela, mis profesores contribuyeron a marcar mi pasión por la ingeniería eléctrica, a la vez que me descubrieron la oportunidad de contribuir a un mundo mejor desde la ingeniería.

Aquí también aprendí el valor del trabajo en equipo, así como la importancia del compromiso y el alto sentido ético que siempre debe acompañar a esta profesión… valores que, por cierto, están reconocidos en la filosofía del premio que se me otorga.

A pesar del tiempo transcurrido, mantengo el recuerdo de la mayor parte de mis profesores, a algunos de los cuales me gustaría mencionar expresamente en mis agradecimientos:

Ángel Sarabia, a quien tuve en 1º como profesor de Álgebra, en 2º de Variable Compleja, en 3º de Estadística, en 5º de Investigación Operativa… toda una carrera contigo Ángel, ¡cómo no te iba a mencionar!.

Juan Soto, no sólo fue mi profesor de Electrotecnia en tercer curso, sino también mi primer jefe en Brown Boveri de España; mil gracias Juan por todo lo que me has enseñado; tuya es una buena parte de este premio.

Juan me dio la oportunidad de colaborar con él como profesor de problemas de electrotecnia y de esa forma comencé mi relación con la escuela como docente.

Más tarde, me hice cargo de la asignatura completa compartiendo las aulas con José Luis Sancha, compañero y también amigo a quien también quiero destacar en este discurso.

En el departamento de Electricidad de la Escuela: Juan, José Luis y yo participamos activamente en la elaboración del programa del nuevo plan de estudios que alargaba la duración de la carrera de 5 a 6 años También colaboramos en la implantación de las primeras asignaturas impartidas en el recién creado doctorado de ICAI.

Las actividades realizadas en el departamento me dieron la oportunidad de compartir ideas y desarrollar relaciones con otros profesores tan relevantes como: José Luis Torá, Miguel Latorre, Ignacio Pérez-Arriaga, José-María Arraiza, Juan Regoyos, Patxi Ugalde y Julio Eisman, por citar algunos.

Antes de pasar al tercer colectivo al que deseo mencionar en mis agradecimientos, permítanme decirles que en el año 1978 contraje un doble matrimonio.

Uno, el más importante por supuesto, con mi querida esposa Cristina, mi compañera de viaje por la vida, a la que me referiré más tarde con algo más de detalle.

El otro matrimonio, que sucedía este mismo año, fue con la empresa Brown Boveri de España, que, por lo que ya se puede comprobar, también me enganchó…lo suficiente para continuar trabajando en ella desde aquel 1 de junio de 1978.

Firmé el ingreso en una gran empresa de ingeniería y tecnología que ha tenido numerosas transformaciones hasta configurar la ABB actual, principalmente tras la fusión entre la firma sueca Asea y la suiza BBC, y, posteriormente, con la integración de gran parte de los activos industriales en España de General Eléctrica y de Westinghouse.

Quisiera dar las gracias a los que confiaron y apostaron por mí en la empresa, como el propio Juan Soto, José Montes, Xabier Irala y Fernando Conte. También, al Presidente del Consejo de Administración de Asea Brown Boveri, Jaime Carvajal y Urquijo.

Todos ellos saben que cuentan con mi respeto y admiración y que ha sido una gran suerte, además de un privilegio, el poder trabajar con ellos.

En ABB he tenido la gran ventaja de hacer algo que me gusta, en una gran empresa cuya misión es contribuir a un uso eficiente de la energía eléctrica, al incremento de la fiabilidad, la seguridad y la calidad del suministro eléctrico, además de contribuir a mejorar los procesos de la industria. Y todo ello, de manera sostenible, reduciendo el impacto medioambiental.

Carlos Marcos Ramón (Premio Javier Benjumea).

No puedo dejar de mencionar a mi gran equipo en ABB: al Comité de Dirección, a mis colaboradoras Nieves Álvarez y Cristina Carrera y a todos los empleados y ex-empleados, muchos de ellos ingenieros y, en un gran porcentaje, también ingenieros de ICAI.

Gracias por acompañarme en este acto y por vuestra colaboración y apoyo permanente.

Y, por último, cómo no, mi familia, los Marcos Díez

Ya cité antes a Cristina que es mi querida esposa, mi compañera de viaje por la vida. Ella es inteligente, trabajadora incansable, gran madre y amiga de verdad.

Gracias, Cristina por todos estos años de convivencia y de trabajo, por tu respaldo y por tu paciencia.

Carlos es también ingeniero del ICAI y viajero hiperactivo, no podía ser de otra manera llamándose Carlos Marcos.

Gonzalo es un brillante ingeniero de Telecomunicaciones, gran entendido en música y excelente crítico musical. Además, es uno de los mejores baterías de música pop de la escena actual.

Cristina, en 2º curso de ICADE, que me ha pedido que les diga a sus profesores, si hay alguno por aquí, que es muy buena alumna y que lo tengan en cuenta.

Antes de ceder la palabra al magnífico conferenciante, el profesor Juan José Toribio, permítanme hacer una breve reflexión sobre la importancia de la ingeniería en la salida de esta crisis económica en la que estamos inmersos.

En primer lugar, por su gran impacto, destaco el empuje a la exportación que se viene dando desde la mayor parte de las empresas de ingeniería, industriales y de servicios que están convirtiendo la exportación en el núcleo central de su actividad.

Muchas empresas españolas, desde hace bastante tiempo, han estado adaptándose a las geografías, a las regulaciones de los mercados, a una creciente complejidad en los proyectos, así como a nuevos perfiles de riesgo y de competitividad en un entorno absolutamente global.

Las ingenierías y las empresas que son contratistas generales tienen, además, un importante efecto tractor sobre la industria de bienes de equipo, la construcción y los servicios.

El esfuerzo continuado y las mejoras en la posición competitiva de España, así como la presencia internacional están permitiendo exportar ingeniería en lugar de exportar ingenieros, reteniendo "en la medida de lo posible" el reconocido talento que sale de nuestras escuelas.

Tengo la impresión de que desde las empresas estamos exigiendo mucho de los ingenieros en este entorno competitivo global pero, no cabe duda de que, por talento y capacidad de trabajo, están a la altura de las circunstancias.

Otra de las áreas fundamentales es la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos.

Estoy convencido del enorme potencial asociado a la convergencia de tecnologías, en concreto, las tecnologías de control con las de comunicación e informáticas, las famosas TICs.

En el reciente estudio Spain 20.20 que hemos realizado desde el Club de Excelencia en Sostenibilidad se pone de manifiesto la gran contribución que el desarrollo e implantación de las TICs puede aportar en materia de empleo, de calidad de vida, eficiencia energética e impacto medioambiental.

También creo en el gran potencial innovador de soluciones multidisciplinares que involucren la termodinámica, la física de la materia, la mecánica de fluidos, la meteorología, la electrotecnia y un largo etcétera,

Estamos ante una gran oportunidad si somos capaces de gestionar esta hibridación entre las disciplinas básicas, mediante equipos de científicos e ingenieros trabajando juntos con el objetivo común de generar soluciones a los grandes desafíos que plantean la situación actual en el mundo y su futuro.

Por último, quiero añadir que he decidido que se otorgue íntegramente la dotación económica de este premio a la Fundación de Ingenieros del ICAI para el Desarrollo, con destino a un proyecto concreto de abastecimiento de agua para estudiantes en Chiantla, en el corazón de la región de Hue-hue-te-nango.

Allí se encuentra un centro educativo al que acuden diariamente más de 300 jóvenes y en el que reciben una formación profesional y una orientación en producción agropecuaria, que les facilita la inserción en el mercado laboral.

La carencia de servicios básicos de educación, salud, agua y energía eléctrica en sus comunidades de origen, mueve a muchos de estos jóvenes a desplazarse hasta Chiantla para completar su formación, un buen número de ellos en régimen de internado.

"Nuestro" proyecto está orientado a mejorar el abastecimiento y la calidad del agua para el cumplimiento de las funciones académicas, habitacionales y productivas del centro educativo.

La ingeniería, en este proyecto, va a contribuir de forma decisiva a formar a jóvenes indígenas para que participen en el desarrollo de su país.

Pienso seguir personalmente este proyecto desde mi reciente incorporación al Consejo Asesor de la Fundación de Ingenieros del ICAI para el Desarrollo.

Sin más, por mi parte, pueden estar convencidos de que el prestigio de esta distinción es una responsabilidad que me esforzaré en mantener a partir de este mismo momento.

Gracias, por último, a todos ustedes por su paciencia y por la muestra de afecto que representa su presencia en este acto".

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